Jordi Romero, director general de Schmitz Cargobull Ibérica ha dado a conocer los planes de ampliación de la planta española con una nueva línea de producción de carrocerías frigoríficas para vehículos de distribución urbana. Según sus palabras, "la compañía se enfrenta a un nuevo reto con ganas e ilusión".
Con una inversión inicial de un millón de euros para ampliación de la fábrica, la compañía prevé aumentar su plantilla, que en la actualidad está en casi 200 personas. Con este paso, Schmitz Cargobull ha decidido entrar de lleno en el mercado de la distribución urbana, aceptando el desafío de la última milla, un tramo de pocos kilómetros donde la eficacia y la seguridad se hacen imprescindibles para satisfacer al cliente en la entrega de su pedido.
Durante la visita, la consejera Marta Gastón pudo comprobar el conocimiento y experiencia del fabricante de semirremolques de lonas y frigoríficos. La filial española cerró el ejercicio fiscal a 31 de marzo con un crecimiento del 25% en su facturación, y la planta española fabricó un total de 3.604 semirremolques, casi 800 unidades más que en el pasado ejercicio. De ellas, el 64% fueron destinadas al mercado doméstico, un 19% a Portugal, 13% a Francia y el 4% restante a otros países como Marruecos, Ucrania, Rusia, Bulgaria, Argelia y Alemania.
Hoy por hoy, cada 350 minutos sale un semirremolque terminado por las puertas del centro de fabricación de Figueruelas, lo que representa menos un turno de trabajo. La producción alcanzó una media de 16 vehículos al día, el doble que hace dos años y las previsiones apuntan a llegar a 20 unidades en un breve plazo de tiempo.
El aniversario de los 125 años de Schmitz Cargobull, los 15 años de la planta de Aragón y las cifras de la firma, con una tendencia de crecimiento del 30%, han motivado al fabricante alemán a seguir invirtiendo en España con nuevas líneas de producto. La compañía mira con buenos ojos el potencial para seguir creciendo en los mercados del suroeste de Europa.