Conjugar todos estos conceptos no es fácil, ya que si se trabaja sólo desde el punto de vista de la ecología, se puede perder productividad, tiempo o eficacia. Y si sólo se potencia la rentabilidad, pierden otros factores, como el consumo.
Por eso no es fácil cumplir con todos los requerimientos que el mercado exige en la actualidad, porque se corre el riesgo de no atender todas las premisas que existen.