Comenzamos el año con nuevo Gobierno, pero con mucha incertidumbre dado todos los asuntos que tenemos encima de la mesa (desarrollo del ROTT, acceso al mercado, cotizaciones a la Seguridad Social, convenios colectivos, etc.) ¿Cómo ve 2017 y cuáles deben ser los pasos a dar por parte del sector para poder "normalizar" la situación actual?
El impase de la Administración provocado en los últimos años como consecuencia de centrar sus esfuerzos en capear los resultados de una profunda crisis económica y, posteriormente, por la falta de acción y toma de decisiones ante una situación de Gobierno interino, ha dejado encima de la mesa sin resolver asuntos como el desarrollo del ROTT y la modificación de las correspondientes Órdenes Ministeriales que regulan el acceso a la actividad y al mercado.
La situación frente a la presente legislatura pasa por ponerse a trabajar y volver a activar los dosieres paralizados, buscando puntos de encuentro con el sector de cara a mejorar su situación actual y facilitar el desarrollo de la actividad regulando en base a las modificaciones establecidas desde el ámbito legislativo de la UE y manteniendo aspectos normativos propios de nuestra legislación que fortalecen la estructura del sector, tales como los requisitos actuales de acceso (flota mínima y antigüedad), que a nuestro parecer no lesionan los intereses del mercado y están siendo cuestionados por Bruselas y la Comisión de Competencia.
Una errónea interpretación de la Administración ha hecho que las empresas del sector hayan estado cotizando en exceso sobre su plantilla de conductores y, por tanto, las cotizaciones a la Seguridad Social deben adaptarse a la situación real de contingencia del Sector, reduciendo los tipos al nivel que le corresponde.
La negociación colectiva es un punto delicado ya que los trabajadores han tenido que realizar los últimos años un esfuerzo propio de una situación de recesión y crisis económica, pero también es cierto que los empresarios han pasado por tiempos extremadamente duros para poder conservar las empresas abiertas y mantener los puestos de trabajo. Habrá que adaptar la negociación colectiva a las circunstancias de un mercado claramente diferente a la situación previa a la crisis económica.
Desde el punto de vista de la actividad, ¿se cumplieron en 2016 las expectativas previstas a inicios del año?
Realmente no ha sido un año muy clarificador para las empresas, ya que del análisis del Observatorio de Actividad del Ministerio de Fomento se pudo constatar que los primeros meses del año fueron positivos, mientras que ya en el tercer trimestre del 2016 se ha visto respecto al anterior una importante reducción en la actividad del transporte tanto a nivel nacional como internacional, apreciándose un leve incremento exclusivamente en transporte de corto recorrido.
A su vez, como consecuencia del incremento del precio del carburante, en el tercer trimestre de 2016 se produjo un incremento de los costes de explotación de los vehículos respecto al trimestre anterior, sin que se trasladase dicha subida a los precios, disminuyendo estos de forma generalizada, ampliándose así la horquilla entre costes y precios.
¿Qué previsiones tiene para el presente año? ¿Cree que la recuperación económica será total o todavía viviremos tiempos de inestabilidad?
Aunque se hayan dado ciertos indicios de recuperación a nivel macro y las previsiones de ciertos organismos apuestan por un crecimiento moderado, la incertidumbre sobre la evolución de las economías a nivel local, europeo y mundial sigue presente, existiendo muchos frentes grises que no permiten hablar clara y abiertamente de un nuevo ciclo estable de recuperación y crecimiento.
También es cierto que durante el último ejercicio el sector ha apostado por renovar flota, tal vez en parte debido a la necesidad de rejuvenecer el parque provocado por la falta de inversión de los últimos años y en parte por la necesidad de cierto grado de optimismo en un futuro próximo que esté haciendo que ciertas empresas apuesten por crecer.
En lo que concierne a las agencias de transporte, ¿cómo ha sido su comportamiento durante los últimos doce meses?
El sector de los Operadores se ha movido en los mismos parámetros que el resto de la cadena y algunos subsectores como el relacionado con el e-comerce han tenido mayor grado de actividad por el impulso de las nuevas tecnologías en las cadenas de venta.
Los megatrailers son una realidad. ¿Qué opinión le merece su aprobación como presidente de CETM Operadores/FEDAT? ¿Y de las 44 toneladas?
Realmente lo importante no es hablar de una figura concreta por motivo de las exigencias de los cargadores en un país en un momento determinado. Si hablamos de una hipotética armonización a medio y largo plazo sobre la regulación de pesos y dimensiones habrá que realizar un planteamiento a nivel europeo, y tendremos que hablar de altura, anchura, longitud y pesos, para adaptar la legislación a las necesidades del mercado, evitando distorsiones de competencia y rupturas en los tráficos intracomunitarios. Ante una hipótesis de este tipo, en paralelo, habría que analizar una serie de medidas que podrían adoptarse por parte de la Administración con el fin de paliar los efectos negativos que se producirían en el sector del transporte de mercancías por carretera en una primera fase de adaptación.
A nivel internacional, no son pocos los países que están introduciendo los "salarios mínimos". ¿Qué me puede decir al respecto?
Cuando menos parece chocante que la Comisión Europea no se esté dando la prisa necesaria para intentar poner fin a estos movimientos de carácter proteccionista impulsados de forma autónoma por ciertos países de la UE. Dichos movimientos están suponiendo una lesión importante para las empresas que realizan actividad internacional. El daño que se está causando al sector no viene tanto del cumplimiento o no de un determinado nivel salarial sino del coste administrativo y la falta de seguridad jurídica frente al cumplimiento de ciertas regulaciones que ni siquiera están claras por el país que las dicta, ya que normalmente son medidas de carácter trasversal para todos los sectores y de difícil adaptación a la actividad del transporte.
También se vislumbra cada vez más la puesta en marcha de la Euroviñeta en nuestro país. ¿Qué opinión tiene sobre ello?
La presión de ciertos sectores relacionados con la construcción y el mundo de las concesiones, unida a la falta de ingresos y asignación de partidas presupuestarias para el mantenimiento y conservación de las infraestructuras viales, está provocando en algunos países movimientos políticos tendentes a generar mecanismos de recaudación de rápida y fácil implantación que generan flujos de caja constante para las arcas de la Administración.
A pesar de estos movimientos, tenemos experiencias muy recientes, como la francesa, donde el Gobierno, ante la oposición activa del sector del transporte y la agricultura, ha tenido que dar marcha atrás con iniciativas como la de la implantación de la Ecotasa en su territorio.
Hay que tener en consideración que la Euroviñeta es una medida inflacionista que encarecería la puesta en los mercados internacionales de los productos de nuestras empresas haciéndolas menos competitivas y que además supondría una doble imposición sobre la actividad del transporte por carretera que ya soporta una alta presión fiscal y que paga con creces el mantenimiento de sus infraestructuras a través de los impuestos sobre el combustible.
Aunque algunos argumenten que los ingresos procedentes de los impuestos especiales sobre los combustibles y el IVA soportado por los mismos no tienen una finalidad específica, pocos impuestos tienen una relación tan estrecha con el origen de su recaudación. Está claro que para recorrer kilómetros sobre las carreteras hay que consumir combustible y si las carreteras no estuviesen en buen estado esto no sería factible, con lo cual sería de lógica que al menos un porcentaje suficiente de esta recaudación se destinase al propio origen de la recaudación, que no es otro que la carretera.
Revista Transporte Profesional