REVISTA TRANSPORTE PROFESIONAL
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¿Qué resumen me puede hacer sobre el comportamiento del mercado durante los seis primeros meses del año? ¿Han cumplido las expectativas?
En los últimos meses del año pasado hubo un cambio de tendencia y presagiábamos un año 2016 bueno. El gasoil en precios mínimos (por debajo del euro), la actividad repuntando y los bancos ofreciendo condiciones muy atractivas.
Al comenzar el año la actividad sufrió un frenazo brusco, primero pensamos en la cuesta de enero, pero el caso es que ha estado muy parada hasta después de Semana Santa. A partir de entonces la actividad ha vuelto a ser frenética y hasta ahora seguimos igual. Después de las bajadas de precios de transporte en los primeros meses han vuelto a repuntar un poco, aunque también el precio de los carburantes.
Esperábamos que este fuese el año del cambio, que fuese un poco más regular y nos permitiese seguir con la renovación del parque. En líneas generales no ha sido un semestre malo, pero sí muy irregular desde el punto de vista de la actividad.
¿Está influyendo la inestabilidad política en el devenir del sector? ¿Nota que la actividad está más parada?
Más que la inestabilidad política nacional lo que si estamos notando es la incertidumbre mundial que existe ahora mismo. Un día nos levantamos con un referéndum en el Reino Unido y ya se produce una debacle mundial. Clientes que tenían sus presupuestos cuadrados se encuentran ahora con unas depreciaciones de la libra muy fuertes por encima del 10 %, lo cual añade todavía más incertidumbre para el semestre que viene.
Ahora estamos a la expectativa sobre cuál será el impacto del Brexit en la Unión Europea; y para noviembre hay elecciones en EEUU... Así y todo, la actividad industrial (usando términos bursátiles) está siendo muy volátil. La sensación que tenemos es que hay poca planificación y mucho nerviosismo por las cuentas de resultados. Una mañana te puedes levantar con escasa actividad y terminar el día desbordado sin motivos aparentes.
Centrándonos en las agencias de transporte, ¿cómo ha sido la evolución de las mismas en lo que llevamos de año y cuál ha sido su influencia en el comportamiento del sector?
Nuestra actividad se apoya en la logística colaborativa. Desde nuestra incorporación en Palibex (red de mercancía exprés paletizada), nuestro mercado se ha ampliado tanto a partidas de mercancía por toda Europa como a cargas completas. Ahora todos hacemos de todo debido a la crisis. Las agencias a la antigua usanza (local, oficinista y teléfono-fax) han disminuido significativamente. Cada día los clientes se van especializando más y nos solicitan que además de la mediación pura y dura dispongamos de medios tanto propios como subcontratados para que en momentos en los que la actividad repunta podamos garantizar el servicio.
¿Cuáles son los problemas que más les está afectando en el ejercicio de su actividad y qué hay que hacer, a su juicio, para solventarlos?
Los de siempre desde que entré en el sector. Por un lado, los económicos; los plazos de pago en ocasiones muy largos y morosidad están ahí, si bien, gracias a las juntas arbitrales de transporte y la ley 9/2013 hemos avanzado mucho.
Otro gran problema viene desde dentro del sector, y tiene que ver con la competencia desleal. No puede ser que haya empresas que trabajen bordeando la legislación vigente (por no decir traspasando) y que puedan sacar provecho de ello. No nos podemos permitir que pueda ser "rentable". Creo que tenemos legislación más que de sobra para combatir todo ello, si bien lo que necesitaríamos es que su aplicación sea rápida y sencilla. El que no cumpla con las reglas de juego, excluido hasta que lo haga. La "Ley Macron" puede ser también un buen instrumento, pero al final lo que necesitamos es una armonización en materia laboral a nivel europeo. ¿Una utopía? Puede ser, pero tenemos que acabar con el dumping social.
No quiero olvidarme tampoco demoras injustificadas en las cargas y descargas, que siguen siendo un lastre para nuestras rentabilidades.
¿Qué opinión le merece la aprobación de los megatrailers?
Pienso que puede ser una especialización más para ciertos clientes que tenemos las empresas. Para cliente de gran consumo como centros de consolidación o automoción será una realidad a medio plazo, como está ocurriendo en el norte de Europa.
Que sea bueno dependerá de lo de siempre, que seamos capaces de repercutir a los clientes el incremento de costes que tenga respecto al sistema actual, porque nuestro sector siempre es reacio a cualquier tipo de cambio.
¿Y de las 44 toneladas? ¿Piensa que serán una realidad más pronto que tarde?
Es un tema más delicado, ya que debido a la falta de inversiones de los últimos años las empresas están empezando ahora a renovar la flota de semirremolques. Un cambio de reglas a mitad de partido no es bueno. Si nuestros vecinos disponen ya de los vehículos para hacerlo y nosotros tenemos que adaptarnos, habrá vehículos que técnicamente no puedan cargar las 44 toneladas. Siguiendo con la premisa de lo apuntado en la pregunta anterior, será necesario que sepamos/podamos repercutir a nuestros clientes el incremento de costes.
¿El plazo? Buena pregunta. Bruselas está muy preocupada con las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos industriales y pienso que dependerá de sus iniciativas legislativas. En España son las asociaciones de cargadores los que están presionando mucho, pero, ¿por qué no podríamos ser nosotros los que tomemos la iniciativa en base a informes serios y un debate sereno?
¿Qué espera de los meses que faltan hasta terminar el año?
Que poco a poco se vayan disipando las incertidumbres que nos rodean tanto a nivel político (nacional, europeo y mundial) como social, y que vayamos resolviendo los graves problemas que tenemos actualmente.
Revista Transporte Profesional
Número 365 - Septiembre 2016
Este artículo completo ha sido publicado en la revista Transporte Profesional
Número 365 - Septiembre 2016