Si bien entre el Comité Nacional del Transporte por Carretera, CNTC, y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, MITMA, ya quedó todo claro con la firma de los acuerdos del pasado 25 de marzo, con lo que se habían sentado las bases para dotar al sector de las herramientas necesarias que paliasen la difícil situación actual, todavía unos ‘pocos’ se resistían a volver a la actividad -e impedían que los que querían trabajar lo hicieran- escudándose en que estaban rodando a pérdidas y que para eso se ‘quedaban en casa’.
No dudo de que la coyuntura a día de hoy continúa siendo grave, y que muchas empresas -de todos los tamaños-, y sobre todo un gran número de autónomos no llegan a fin de mes, pero de ahí a que se utilicen las amenazas, los malos modos e incluso la violencia contra los que pretendían realizar su labor media un abismo.
Finalmente, reinó el sentido común y todo el mundo ha vuelto a la carretera, aunque los daños colaterales han quedado ahí, y las pérdidas económicas por los ataques a los camiones, tal y como aseguran desde la CETM, han sido cuantiosas.
Sea como fuera, es hora de hora de ponerse a trabajar y de remar todos en la misma dirección. En este sentido, y esta vez sí, hay que alabar el trabajo realizado por el Ministerio de Transportes, que ha atendido las demandas del sector, aunque para ello el Comité Nacional del transporte por Carretera haya tenido que ponerse duro y velar por los intereses de los transportistas con más fuerza que nunca.
Ahí está, por ejemplo, la herramienta que el ministerio ha colgado en su página web para ayudar a calcular en qué términos, tarifariamente hablando, se aplica la cláusula del precio del transporte en función de la variación del relativo al combustible. Y el resultado es sorprendente, en tanto que en lo que llevamos de año las tarifas se deberían incrementar en hasta un 15% en el caso del transporte pesado. A ver si algunos se dan por ‘aludidos’.
Todo el mundo ha vuelto a la carretera, aunque los daños colaterales han quedado ahí, y las pérdidas económicas por los ataques a los camiones han sido cuantiosas
No quería dejar de referirme, por otro lado, a la increíble e incomprensible situación vivida hace unas semanas en la frontera del Reino Unido hacia la Unión Europea por la que cientos de camiones quedaron bloqueados en lo que no deja de ser otra de las consecuencias nefastas del Brexit. Entre el conflicto laboral de la naviera P&O, que cruza el Canal de la Mancha, y el fallo en el sistema informático del control de acceso de vehículos a Gran Bretaña, el colapso volvió a ser más que evidente.
Como consecuencia, el gobierno británico puso en marcha el sistema de gestión de tráfico por el que se da prioridad de paso a los turismos en detrimento de los vehículos pesados, conocido como ‘Operación Brock’. El caso es que se volvieron a repetir las imágenes de la navidad de 2020. ¿Las consecuencias? Retrasos importantes en las salidas de los camiones hacia suelo comunitario, costes derivados de la paralización e incluso falta de concertación de los viajes de retorno al no poderse establecer horarios de regreso. En fin, lo mismo de siempre, un perjuicio serio para el transporte.
Con todo, el mes de mayo lo comenzamos con una buena noticia más allá de todo lo que deriva del propio funcionamiento del sector, como es la celebración durante la primera semana del ‘Congreso de la CETM’. Han tenido que pasar casi cuatro años desde que se celebró el último en Ávila, crisis sanitaria mediante, y aunque ésta todavía no ha terminado, es hora del reencuentro, de volver a vernos las caras -ya sin mascarillas- y de que todos los que formamos parte de este sector de alguna u otra forma -empresarios, fabricantes de vehículos y equipos, administración, prensa especializada, etc.- nos demos cita en Alicante a partir del 4 de mayo. La ocasión lo merece.