
Durante este periodo se ha producido una restructuración de la economía española y mundial, debido a a la irrupción de la crisis económica, que afecta especialmente a Europa y España, y en menor medida a las economías emergentes, lo que hace que estas últimas adquieran un mayor protagonismo en los flujos comerciales internacionales.
Los principales cambios detectados en el sistema portuario español entre los años 2006 y 2014 han estado marcados por la diferente evolución entre cargas y descargas, teniendo las primeras una evolución
favorable, sólo interrumpida en torno a 2009, mientras que las descargas han
experimentado una disminución significativa en el periodo analizado.
La transformación de la participación de los distintos tipos de presentación de las mercancías que ha favorecido especialmente a las mercancías en Contenedor en
detrimento de los Graneles Sólidos y en la que los flujos de tránsito han tomado
cada vez mayor importancia.
Por otra parte en la Fachada Mediterránea ha incrementado en el volumen de los flujos tratados frente
a la Fachada Atlántica entre 2006 y 2014.
Los cambios detectados en el sistema portuario español han sido la consecuencia de dos procesos: la restructuración económica como
consecuencia de la crisis que ha afectado a Europa y muy especialmente a España, pero también los cambios que han afectado a la estructura productiva más ligada a la actividad portuaria, como es el caso de las plantas de refinado de productos petrolíferos o la industria exportadora y los cambios en los patrones internacionales de comercio, con su repercusión en los flujos marítimos, que han consistido en una mayor participación de espacios económicos emergentes como Asia, América del Sur o África.