El corte de la carretera impedía los desplazamientos de entrada y salida en el sentido Pamplona al no existir la posibilidad de habilitar desvíos, lo que motivó que desde el Gobierno de Navarra se solicitara ayuda a los servicios asistenciales del País Vasco (SOS Deiak) para atender las posibles urgencias que surgiesen mientras la N-121-A permanecía cerrada al tráfico.
A las 10 horas del viernes se volvió a abrir el carril sentido Irun de los túneles de Belate, situados en esa carretera.
Los trabajos de estabilización de la ladera, que comenzaron tras el desprendimiento anterior, no están finalizados y que las condiciones en las que se encuentran los materiales deslizados, saturados de agua, hacen imposible su completa retirada de la calzada mientras no mejoren las condiciones meteorológicas ya que la maquinaria no puede acceder a la zona central del talud y el agua fluye entre las arcillas.