Durante las jornadas se pusieron de manifiesto las dificultades que los distribuidores de gas butano en España atraviesan como consecuencia de una situación financiera cada vez más débil y una situación económica muy dura para muchas empresas de esta actividad. La baja rentabilidad de los negocios viene generada, entre otros motivos, por la presión en la regulación de los precios y las grandes incertidumbres ante el futuro.
Para debatir sobre ello, se reunieron en las jornadas técnicas representantes de la Administración, como el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y la Comisión Nacional de la Energía, de las asociaciones profesionales, como CEOE, CEFTRAL y CETM, de la industria auxiliar y del ámbito del negocio del sector.
El director general de Formación y Servicios, Miguel Martínez de Lizarrondo, expuso desde la perspectiva de CEFTRAL el presente y futuro de la formación del conductor profesional. Su presidente, Marcos Montero, recordó la grave situación que atraviesa el transporte en general, aunque mostró su confianza en el futuro de un sector “imprescindible para la economía española”. Montero manifestó su agrado ante la labor desempeñada por los distribuidores de Glp que, a pesar de la intervención estatal de los precios desde hace más de 50 años, ponen al alcance de miles de hogares “un bien de primera necesidad como es la bombona de butano”.