Miguel Ángel aprovechaba su carácter afable para el desarrollo de un estilo pedagógico basado en la cercanía a los alumnos, la simplificación de los conceptos complejos en favor de una mejor comprensión y la puesta en práctica de una eficaz batería de técnicas de lenguaje no verbal al servicio de la docencia que incluye la mirada directa a sus interlocutores y el manejo del humor en las situaciones adecuadas. Son memorables sus llamativos jerséis, que remarcaban su personalidad independiente y que no tenían otra misión que facilitar la atención de sus alumnos.
Desde CEFTRAL, CETM y la revista TRANSPORTE PROFESIONAL, enviamos un fuerte abrazo en estos difíciles momentos a su mujer, Conchi, a su hijo, Nacho, y toda su familia y amigos.