
La organización Transport & Environment (T&E) ha presentado el estudio realizado por Globiom, que pone de manifiesto lo erróneo de las estimaciones sobre el balance entre CO2 emitido usando biocombustibles y el CO2 consumido por las plantas de las que se extraían dichos biocombustibles.
Según señala el estudio, el biodiésel extraído de aceites vegetales emite un 80% más de emisiones de las que emitiría la combustión de una cantidad equivalente de gasóleo fósil. Los biodiésel basados en los aceites de soja y palma, que son los combustibles de este tipo más usados en Europa, emiten incluso dos y tres veces más de CO2 que el gasóleo fósil.
El estudio concluye que el uso del biodiésel en el transporte rodado, que supuestamente iba a reducir las emisiones de CO2, en realidad las ha aumentado en un 4% en Europa.