
El objetivo de la medida, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), es descongestionar la A-70 para mejorar sus condiciones de circulación y seguridad vial y reducir las emisiones de gases contaminantes, fomentando el uso de infraestructuras existentes, como la AP-7, y la eficacia de los recursos públicos.
Durante los tres meses que durará la prueba piloto, se analizará si el uso de la autopista AP-7 Circunvalación de Alicante resulta eficaz como alternativa para el tráfico, sobre todo de largo recorrido, a la A-70. En concreto, SEITT evaluará el impacto de levantar el peaje en las condiciones de circulación de las infraestructuras, el flujo y composición del tráfico y el trasvase efectivo que se haya podido producir entre ambas carreteras.
Tramo "infrautilizado" en la AP-7
En este punto, cabe destacar que, mientras la A-70 registra una elevada intensidad de tráfico, lo que tiene un efecto perjudicial en las condiciones de seguridad vial y en las emisiones, la autopista de peaje Circunvalación de Alicante está infrautilizada, contando con una intensidad media de tráfico, en lo que va de año 2024, de unos 5.000 vehículos/día, de los que tan sólo el 6,8% son camiones pesados.
A tenor de los datos de tráfico y de su funcionalidad, el Ministerio de Transportes considera que la AP-7 Circunvalación de Alicante puede suponer una alternativa cómoda, segura y eficaz para los vehículos que sigan itinerarios de largo recorrido que discurren por la autovía A-70.
Esta vía tiene una longitud de unos 33,2 kilómetros y dos carriles por sentido, discurriendo entre las poblaciones de Monforte del Cid y El Campello, hasta llegar al enlace donde conecta con la AP-7 Alicante-Valencia.