
Este estudio forma parte de las actuaciones que se recogen en la Estrategia de Seguridad Vial 2030 y tiene como principal objetivo poner a disposición de los responsables de las infraestructuras viarias una herramienta práctica con información, buenas prácticas y recursos que faciliten la adopción de soluciones para conseguir un entorno vial más seguro y sostenible.
En la última década, la siniestralidad vial con implicación de animales ha experimentado un crecimiento importante en España. Sólo en el último año se registraron 36.087 siniestros con animales, lo que representa un tercio de los accidentes de tráfico en carretera.
A pesar de su volumen, la mayoría de estos siniestros no presentaron consecuencias graves respecto a víctimas, ya que sólo el 1,5% de los casos se registró algún tipo de violencia (ocho fallecidos y 58 personas heridas). Esto pone de manifiesto su baja gravedad, pero alta frecuencia.
De todos los siniestros registrados, el 88% se concentra en carreteras convencionales
El tipo de siniestro más común es el atropello a animales, que representa el 98% de los casos. Sin embargo, también se registran salidas de vía derivadas de maniobras evasivas de los conductores para intentar evitar la colisión. En cuanto a la tipología de fauna implicada, el 86% de los siniestros corresponde a animales silvestres, destacando el jabalí (42%), seguido del corzo (32%) y, en menor medida, los animales caninos (8%).
Por zonas geográficas, el mayor número de siniestros con implicación de animales se produce en la España despoblada y la España verde, siendo Galicia, Castilla y León y Castilla-La Mancha las comunidades más afectadas. En cuanto al tiempo, los meses de otoño e invierno suelen ser los que mayor número de siniestros registran.
Según Pere Navarro, “todos estos datos reflejan un problema reciente que refuerza la necesidad de desarrollar medidas preventivas eficaces que minimicen su incidencia sin alarmar de forma innecesaria a la población. La seguridad vial no puede concebirse sin tener en cuenta la interacción entre infraestructuras y biodiversidad, siendo necesario integrar este enfoque en el diseño, gestión y planificación de las carreteras para avanzar hacia un entorno viario más seguro, eficiente y sostenible”.
Medidas para reducir la siniestralidad vial con animales implicados
- Actuar sobre la conducta del conductor
- Tecnología y barreras sensoriales para mantener a la fauna alejada de las carreteras
- Barreras y pasos seguros: esenciales para evitar la entrada de fauna en carretera
- Infraestructuras verdes para garantizar la permeabilidad de la fauna
- Medidas complementarias: protección, gestión y limpieza
La experiencia internacional
España se encuentra alineada con las tendencias internacionales en la aplicación de medidas para reducir la siniestralidad con animales, siguiendo estrategias similares a las adoptadas en países como Estados Unidos, Canadá, Australia, Japón, Alemania o Francia.
Aunque no existe una normativa europea común que regule este tipo de actuaciones, sí se han impulsados diversos proyectos cofinanciados por la Comisión Europea que promueven la conectividad ecológica y la seguridad vial.
Según la Dirección General de Tráfico, las actuaciones desarrolladas en España se sitúan en consonancia con las mejores prácticas observadas en otros países, adaptadas a las particularidades de su red viaria y de la fauna presente en el territorio.



































