El Consejo de Ministros dará luz verde al texto en segunda lectura en las próximas semanas, por lo que, a partir de ese momento, iniciará su tramitación parlamentaria. No en vano, la Ley de Movilidad Sostenible es la herramienta que el Gobierno quiere utilizar para modernizar la movilidad, con una apuesta decidida por las nuevas tecnologías (vehículos autónomos, transporte a demanda, movilidad compartida) y para incrementar la cooperación entre Administraciones Públicas, materializar la intermodalidad y la interoperabilidad, mejorar la gobernanza de las infraestructuras y apostar por una planificación rigurosa y para reforzar la financiación del sistema de transporte público urbano, aumentando su previsibilidad.
Así, es una de las tres palancas, junto a la Estrategia de Movilidad Sostenible y Conectada 2030 y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, del Ministerio de Transportes para descarbonizar y digitalizar la movilidad e impulsar el uso del transporte público en detrimento del vehículo privado para contribuir a reducir la dependencia de los combustibles fósiles, las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la calidad del aire.
Políticas para proteger el medio ambiente
La titular del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ha destacado el empeño del Gobierno por fomentar políticas para proteger el medio ambiente y luchar contra el cambio climático, donde “la movilidad y la urgencia por transformar la manera en la que nos desplazamos ocupan un lugar prioritario”. “Estamos poniendo todos los medios a nuestro alcance para plantar cara al mayor desafío de nuestro tiempo. Y eso incluye transformar la movilidad y descarbonizar nuestro sistema de transportes”, ha señalado Raquel Sánchez.
La ministra ha recordado que los datos avalan que la urgencia en España es mayor que en los de nuestro entorno porque en España el 27,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero proceden del transporte, cinco puntos más que la media europea. A su vez, concentra el 40% del consumo de energía final, casi nueve puntos más que el promedio de la Unión Europea.
Es en las ciudades donde se produce casi el 70% de estas emisiones y la circulación urbana es el origen del 40% del CO2 que lanzamos a la atmósfera. De ahí la importancia de priorizar “un transporte público libre de emisiones, que es el que concentra el 60% de todos los viajes urbanos”, ha subrayado la responsable del departamento de Transportes.
“Las subvenciones que hemos aprobado están consiguiendo combatir la subida de los precios, reducir nuestra dependencia energética, facilitar la transición energética, reducir la polución y, por ende, mejorar la salud pública”, ha explicado la ministra, que ha aprovechado para recordar que “los más de dos millones de abonos gratuitos de Cercanías, Rodalies y Media Distancia que Renfe ha expedido en solo dos meses demuestran el éxito de esta medida”.
De ahí que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) tenga dos grandes objetivos ambientales: contribuir a reducir un 35% en tráfico en zonas de bajas emisiones y a alcanzar la cuota del 10% en el transporte de mercancías por ferrocarril en el horizonte de 2030. Ambos compromisos, según la titular de Transportes, tiene su respaldo en los Presupuestos Generales del Estado de 2023 del ministerio, que recogen una inversión de 13.000 millones de euros en movilidad sostenible, de los que cerca de 8.000 millones se dirigen al ferrocarril, tanto para completar y mantener la red de alta velocidad, como para mejorar la red convencional y las Cercanías.
El otro gran pilar de esta política, directamente vinculada con Mitma, es la Estrategia de Movilidad Sostenible, Segura y Conectada con la que “pretendemos convertir a nuestro país en un referente mundial de la movilidad sostenible”, ha dicho la ministra, y con la que se estima “la creación en el medio plazo de 180.000 puestos de trabajo cualificados y a una aportación al Producto Interior Bruto del entorno de los 20.000 millones de euros”.
Ley de Movilidad Sostenible
Todos estos desarrollos ‘verdes’ requieren de un marco normativo y ese instrumento es la Ley de Movilidad Sostenible que, para la responsable de Mitma “reúne todos los requisitos para transformar nuestro sistema de transportes, fomentará la modernización de la movilidad, incrementará la cooperación entre Administraciones”.
Para ello, se instaurará un Sistema Nacional de Movilidad, basado en la información compartida. Además, según Sánchez, “nunca más se construirán aeropuertos sin aviones o estaciones sin usuarios y en medio de la nada”, dado que con esta nueva ley se mejorará la gobernanza de las infraestructuras, principal destino de la inversión pública.
Será obligatorio realizar una evaluación previa multimodal para la construcción de una nueva infraestructura, de forma que cada nueva obra deberá someterse con carácter previo a un riguroso estudio de rentabilidad socioeconómica
La ley regulará soluciones innovadoras, como el transporte a la demanda, los coches compartidos o el uso temporal de vehículos. También establecerá una regulación básica del vehículo autónomo (drones, vehículos aéreos no tripulados, vehículos automatizados por carretera y trenes y barcos autónomos).
Asimismo, fomentará la digitalización y la promoción de datos abiertos, procedentes tanto de operadores públicos como privados, lo que aumentará la competitividad y la eficiencia y abrirá nuevas oportunidades de negocio a empresas emergentes.
Financiación de la Ley de Movilidad Sostenible
En cuanto a la financiación del mantenimiento de las autopistas y el conocido como pago por uso, Raquel Sánchez ha asegurado que “el Gobierno no tiene intención de implantarlo sin contar con el consenso del transporte", aunque ha recordado que los principios de “el que usa, paga” y “el que contamina paga”, están planteados hace muchos años en Europa”.
Por último, en referencia al mapa concesional del transporte regular de viajeros por carretera, la ministra ha asegurado que pretende atender la demanda de viajeros entre comunidades autónomas, que son de competencia de la Administración central, conectando de manera más directa los principales núcleos de población, reduciendo los tiempos de viaje y mejorando la oferta disponible.