Según informa el Servicio Catalán de Tráfico (la DGT catalana), la vía sigue cortada a la altura de SanT Gregori (Gerona). Los independentistas han montado tres enormes barricadas a lo largo de la calzada y han esparcido cristales rotos para dificultar el paso, por lo que, una vez que desalojen la AP-7, habrá que esperar a que se reparen daños y se realicen labores de limpieza para que la autopista vuelva a abrirse al tráfico.
Por el contrario, la normalidad es absoluta en la frontera de Irún y el tráfico es fluido, a pesar de que ayer, 12 de noviembre, algunos manifestantes colapsaran la AP-8 con sus vehículos.
Según informa la CETM, al menos, 500 vehículos han estado atrapados durante más de 14 horas sin que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado actuaran. "Una vez más, el sector del transporte de mercancías ha estado abandonado a su suerte y los transportistas han vivido situaciones extremas sin poder acudir al aseo y sin alimento, coaccionados sin poder ejercer su derecho a la libre circulación" han señalado en un comunicado.
En el día de ayer, a última hora de la tarde, según informaciones del Servicio Catalán de Tráfico (Trànsit), los independentistas habían cortado de nuevo la AP-7, en ambos sentidos, a la altura de Sant Gregori (Girona).