Según el Ministerio de Economía, el déficit comercial (la diferencia entre lo que exportamos e importamos) hasta octubre fue de 20.530 millones de euros, frente a los 21.626 millones del mismo mes de 2014, y los 12.515 millones de octubre de 2013, que marcan el mínimo registro desde que estamos en el euro.
El descenso del desequilibrio comercial hace que este año termine con superávit en la balanza exterior donde, además de las mercancías, también se incluyen los ingresos y gastos por servicios o las entradas y salidas de rentas y en la cuenta de capital. De este modo, España acumula cuatro años seguidos con pequeñas ganancias en la balanza exterior, lo que reduce el déficit con el resto de los países acreedores.
Los datos aportados por el Ministerio de Economía destacan el comportamiento del precio de la energía en las cifras del transporte de mercancías, en todos sus modos: en comparación con los 10 primeros meses de 2014, el valor de las importaciones energéticas baja un 30%, hasta los 33.221 millones de euros, gracias al descenso de los precios (-25%).
En el resto de mercancías, sucede todo lo contrario: tanto las compras como las ventas al exterior aumentan respecto al pasado año, aunque las importaciones de productos no energéticos crecen el doble (+12,4%) que las exportaciones (+6%).
Así, el impacto de la caída del petróleo oculta el cambio de tendencia que se produce en el resto de la economía desde mediados de 2013: las empresas españolas exportan más, pero con la recuperación de la demanda interna, España aumenta en mayor proporción las importaciones.