
El colectivo se ampara en "la reducción de emisiones que supondría la ampliación de la masa máxima autorizada, sin necesidad de inversiones y otros costes asociados para el sector del transporte", según una de las organizaciones más destacadas de los cargadores, Aeutransmer.
Sin embargo, esta opinión no es compartida por asociaciones de transporte como CETM, que considera que "las buenas opiniones de la OECC chocan frontalmente con la realidad, a la hora de implantar las 44 toneladas".
Para la CETM, esta es una maniobra más de la industria y los cargadores, que pretenden presionar a los poderes públicos para conseguir una ampliación de la capacidad de transporte
Desde hace dos años, el Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC) negocia con las principales asociaciones de cargadores (Aecoc, Aeutransmer y Transprime) un acuerdo que mejore las condiciones de trabajo de los conductores y atienda las demandas de los transportistas, como la eliminación de los tiempos de espera en la carga y descarga, la revisión del precio del transporte en función del coste de combustible, la reducción de los plazos de pago y la desaparición de los tenders (subastas a la baja) en los servicios de transporte por carretera.
Según la CETM, "la respuesta a estas propuestas ha sido una negativa frontal que demuestra que su único objetivo es ampliar la capacidad de carga de los vehículos para incrementar la rentabilidad de sus negocios, sin contrapartida alguna para el sector del transporte".
Por ello, la Confederación Española de Transporte de Mercancías considera que "esta es una maniobra más de la industria y los cargadores, quienes pretenden presionar a los poderes públicos para conseguir una ampliación de la capacidad de transporte, que rechazamos de manera rotunda".