Un alto porcentaje del transporte de cabotaje lo hacen empresas deslocalizadas pertenecientes a grandes flotas españolas, que controlan casi una tercera parte con origen o destino en España, pese a que el origen de las mercancías no son precisamente los países donde se encuentran ubidadas.
En las importaciones de mercancías por carretera hacia España, las flotas procedentes del Este de Europa transportan ya más del 30% del total del cabotaje que se hace. La clasificación de países está encabezada por Polonia, Rumanía, Lituania y Bulgaria. El crecimiento de las empresas rumanas ha superado el 50% (en concreto, un 53% respecto al año anterior), mientras que el de las búlgaras ha sido del 24%.
En lo que respecta a las exportaciones españolas, las flotas del Este de Europa controlan el 27% del total de mercancías transportadas. Las que más han crecido han sido, de nuevo, las empresas rumanas, con un 74%, y las búlgaras, con más de un 15%.
Importaciones y exportaciones
Pese a que el origen de las mercancías con destino a España no son los países del Este de Europa, las flotas de transporte domiliciadas en estos países transportan buena parte de las mercancías que llegan a nuestro país. Y, de igual forma, al hacer viajes de retorno, son los transportistas de nuestras exportaciones, lo que pone en evidencia que la mayoría se trata de empresas deslocalizadas.
Así, destaca la desproporción existente en las flotas de transporte de varios países con relación al origen de la mercancía transportada: Bulgaría (9,05), Lituania (6,19) y Rumanía (4,59).
En concreto, las flotas rumanas han aumentado su presencia en el transporte español en el último año en un 57% y se ha multiplicado por 35 su presencia en los últimos seis años. De este modo, se ha colocado en la segunda posición en la clasificación de empresas extranjeras que operan en España, pese a su posición geográfica con respecto a nuestro país.
En tercera y cuarta posición se sitúan, respectivamente, las flotas polacas y búlgaras, algo llamativo si se tiene que cuenta que ambos países tenían prohibido hacer cabotaje en España y el resto de países de la Unión Europea hasta 2010, de acuerdo al acuerdo de adhesión suscrito por dichos países.