La Guardia Civil de Tráfico controla los vehículos que transportan estos productos a través del levantamiento de actas de control en las que se reflejan los datos del vehículo, el tipo de mercancía y la cantidad y condiciones del producto transportado. Además, inspecciona la documentación con el fin de impedir la entrada ilegal de leche.
La mayor parte de los controles se llevan a cabo en las vías A-55, A-75, A-6 y AC-544, donde se registra un alto volumen de tráfico. Los vehículos que se controlan son los procedentes del norte de Portugal y Lisboa que tienen como destino Lugo y Asturias.