Según una encuesta de CEOE y el ICEX, un 17% de las empresas españolas encuentran algún problema a la hora de exportar. Esas trabas se dan sobre todo en Francia, con el 27% de los 430 problemas encontrados.
El principal problema para la exportación es la falta de armonización entre las normas nacionales y las comunitarias. Cuando una empresa española quiere exportar sus productos dentro de la Unión Europea puede encontrarse con tres tipos de problemas, según la catalogación hecha por CEOE: un incumplimiento por parte del Estado de las normas comunitarias de mercado; exigencias que sitúan a la empresa en desventaja con los operadores nacionales; y dificultades que suponen más complicaciones de las que hay en el mercado español.
En lo referente al comercio de mercancías, el obstáculo que más se encuentran las empresas es la "falta de armonización", algo que "obliga a cumplir con normas de cada estado miembro al que se dirija el producto". Esta situación se da en un 70% de las ocasiones. Los problemas de etiquetados y envases son los siguientes de la lista, en un 15% de veces las trabas son de este tipo.
A pesar de esto, un 73% de las empresas españolas creen en sus oportunidades de negocio en la Unión Europea.