Juan Castellet, director general de TCS Trans, explicó su experiencia desde el punto de vista de una empresa de transporte por carretera de Cisternas y Químicos que utiliza la multimodalidad en el 69% de sus acciones.
Y aunque destacó una serie de ventajas asociadas a la misma como elementos diferenciales (utilización de contenedores dedicados que evitan riesgos de contaminación, menor dependencia de las fluctuaciones de costes externos, etc), dejó claro que todavía hoy tiene muchas limitaciones, por lo que la Administración debería poner en marcha una serie de medidas "que armonicen el sector evitando regulaciones diferentes entre distintas autonomías e igualando nuestra normativa a la de los distintos estados europeos", explicó.
A continuación, tomó la palabra Daniel Tarragona, presidente de SETRAM, quien dio a conocer su experiencia como operador de transporte multimodal en el sector de los portavehículos. En este sentido, recalcó la utilización del ferrocarril desde hace varios años como parte del operativo de su compañía, una colaboración entre modos muy exitosa en tanto que "el cliente tiene un único interlocutor válido responsable del transporte intermodal desde origen a destino", afirmó.
Pero también destacó el papel del transporte marítimo, ya que, en líneas generales, cuando los barcos y las terminales son las adecuadas, se trata de un modo más versátil que el ferrocarril, en tanto que no se precisa de una regularidad como en el caso del tren en cuanto a volumen, además de que se pueden mezclar coches de otras marcas y de otros operadores logísticos.
Seguidamente, intervino Juan Ramón Serrano, director de Métodos y Compras de Transporte de GEFCO, empresa que actualmente está inmersa en un proceso de expansión intermodal al haber sido adquirida por la empresa pública del Ferrocarril Ruso (Russian Railways).
Así, Juan Ramón Serrano dejó claro que el transporte multimodal actual requiere –"así lo demanda el cliente" dijo- un único interlocutor que gestione toda la cadena de manera eficiente. Pero aún así "al cliente hay que ofrecerle coste, es decir, un precio competitivo, porque si no lo hacemos de este modo, no va a valorar la utilización de la intermodalidad", aseguró.
La última intervención tuvo como protagonista a Juan Diego Pedrero, gerente de la Asociación de Empresas Ferroviarias Privadas (AEFP), quien desde su experiencia reconoció que existe un problema grave en el sector del transporte ferroviario en nuestro país ocho años después de su liberalización.
Y es que todavía hoy existe una clara posición dominante de Renfe-Operadora, que controla un 85% del mercado, y así resulta muy difícil para el resto de operadores privados trabajar con libertad, sobre todo desde el punto de vista de los precios, con lo que tendría que producirse un consenso político que revierta esta situación de manera que "vayamos hacia un modelo sostenible", afirmó.
Con todo, aseguró que si bien es posible la cooperación entre modos, se debería hacer siempre que haya un integrador único del servicio multimodal.