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La Federación Gallega de Empresas de Transporte (Fegatramer) ha informado a los transportistas afectados por el cierre de Transportes Souto para que tomen las medidas oportunas de cara a cobrar sus indemnizaciones o las facturas que tienen pendientes de pago. "Para las empresas que trabajaban para Transportes M. Souto, pero tengan un cliente definido, como es el caso de las subcontratas de Gefco, estos transportistas pueden acudir a la acción directa".
En los supuestos de intermediación en la contratación de transportes terrestres, el transportista que haya realizado el transporte tendrá acción directa por la parte impagada, contra el cargador principal y contra todos los que, en su caso, le hayan precedido en la cadena de subcontratación, en el caso de impago del precio del transporte por quien lo hubiese contratado.
Según Fegatramer, la quita que está ofertando el operador logístico Gefco alcanza hasta el 35%, cuando el juzgado le obligará a pagar el 100%. "En todo caso, juega con la ventaja de que a algunos transportistas pudiera convenirle poder seguir trabajando con ellos o sus nuevas subcontratas y/o por evitar los gastos de la reclamación" explican.
En cuanto a las empresas de transporte que no puedan ejercer la acción directa, como es el caso de las empresas de paquetería, sólo les queda esperar el concurso, "pero lo más seguro es que no lleguen a recuperar nada de lo adeudado, dada la situación financiera de Transportes Souto". Entre los acreedores que tiene se encuentra la plantilla asalariada por cuenta ajena, bancos, Seguridad Social... sin contar con los posibles gastos que se pudieran incurrir en materia de gestión y asesoramiento jurídico derivados de la personalización del concurso.
Según la abogada Raquel García, contratada por Fegatramer, "hay que analizar caso por caso, con la documentación que cada acreedor le haga llegar (albaranes, facturas, órdenes de carga, etc.) para establecer la vía sobre la que se puede actuar". También será preciso delimitar qué podrá pasar con la acción directa sobre los clientes-cargadores, cuando se pueda deducir, concretar quién era el dueño de las mercancías transportadas (por la retención de mercancías que pueda haber en los almacenes), además de la presentación en el concurso cuando éste se declare.
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