
Ahora bien, para ello, hay que tener bien presente que la actuación sobre las infraestructuras es vital de cara a mejorar la seguridad vial.
En este sentido, desde la Asociación Española de la Carretera tienen presente que para lograr "0" muertes en la red de alta capacidad durante la próxima década, se precisa poner en marcha una política activa y decidida en materia viaria.
Diez propuestas para lograr el "Objetivo 0" en 2020
1. Generalizar en el conjunto de la red de carreteras la aplicación de las estrategias paliativas y preventivas para la mejora de la seguridad vial incluidas en la Directiva 2008/96/CE: la gestión de tramos de concentración de accidentes, las inspecciones de seguridad vial y las auditorías de seguridad vial deberían ser aplicadas de manera sistemática para garantizar que la red de carreteras opera en las máximas condiciones de seguridad.
2. Garantizar la existencia de márgenes seguros, que compensen los posibles errores de los usuarios. Para ello, debe existir una zona próxima a la vía libre de obstáculos y sin pendientes fuertes; si ello no fuera posible, se deberían instalar sistemas de contención apropiados para todo tipo de usuarios.
3. Aumentar la inversión en conservación de firmes, que se ha visto notablemente afectada por la situación actual de crisis económica; un pavimento en buen estado es fundamental para una circulación segura, además de cómoda y con una adecuada calidad de servicio.
4. Reponer en plazo y forma la señalización vertical, horizontal y elementos de balizamiento; la mayor parte de la información que recibe el usuario de la vía y su entorno le llega a través de estos elementos, por lo que es imprescindible garantizar su existencia y óptimo estado de conservación.
5. Generalizar la iluminación nocturna de la red de autopistas y autovías, promoviéndose la circulación de vehículos pesados durante la noche. De esta forma, se incrementarían de forma notable los índices de seguridad durante el día, al reducirse la "convivencia" entre ligeros y pesados.
6. Aprovechar las posibilidades de la tecnología de control y gestión de la circulación para obtener el máximo conocimiento de la vía y el tráfico en tiempo real, de manera que se puedan implantar planes para mejorar la fluidez y la seguridad adecuados a las circunstancias de cada vía en cada comento.
7. Desarrollar un programa de adecuación de los túneles españoles a la Directiva Europea sobre Túneles (iluminación, ventilación, telemática, elementos de seguridad específicos, etc.).
8. Definir un plan de revisión del estado actual de los puentes de la red de alta capacidad, fundamentalmente de las estructuras de fábrica (pilares y vigas), llevando a cabo su adaptación en caso necesario.
9. Analizar los accidentes que se producen en las autopistas y autovías, en particular, en los tramos de concentración de accidentes, a fin de identificar sus causas e implantar soluciones en el corto plazo.
10. Acometer el seguimiento de los denominados "tramos blancos", es decir, los tramos de carretera donde no se producen accidentes con víctimas durante un determinado número de años, de manera que se pueden obtener conclusiones acerca de la influencia de las características geométricas de la vía, sus usos, el equipamiento, estado de conservación,… en la seguridad vial.