
Ya lo djimos en nuestro anterior número. “si hay adelanto, su posible cambio se puede ver más que complicado”. Y en esas estamos. Después de las reuniones con los diferentes grupos parlamentarios mantenidas por el CNTC y la CETM, en el pasado mes de julio, corresponde ahora al Parlamento tomar una decisión, pues las razones están perfectamente explicadas por nuestros representantes.
De aquí pasará al Senado, donde todavía quedará alguna esperanza para modificar temas que no gustan a los transportistas (falsas cooperativas, responsabilidad objetiva del conductor, Juntas Arbitrales, etc.). El problema está en los tiempos y en el juego de la política.
¿Qué interesa más? ¿Sacar leyes deprisa y corriendo o prepararse para la debacle que a todas luces se avecina para el partido gobernante? Mucho nos tememos que no primen precisamente los intereses del transporte.