En diciembre de 2015 España, como país miembro de la Unión Europea, ratificaba el Acuerdo de París. Entre los objetivos vinculantes acordados para la Unión Europea está el de conseguir reducir un 40% las emisiones de gases de efecto invernadero en 2030 respecto a 1990. Para conseguir estos objetivos, cada país miembro se ha comprometido a reducir sus emisiones en todos los sectores, entre ellos, y de forma relevante, el del transporte.
Además de la Unión Europea, la carta será enviada al Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama), así como a la Oficina Española de Cambio Climático (OECC), demostrando que la industria del transporte de mercancías está comprometida con los nuevos retos derivados del cambio global. Así lo demuestra el hecho de que muchas empresas vinculadas al sector ya hayan reducido de forma voluntaria sus emisiones de efecto invernadero e incluso hayan introducido planes de sostenibilidad y descarbonización en sus políticas de empresa.
Para estas instituciones, "el Gobierno español tiene una oportunidad única de liderar una movilidad sostenible, apoyando y pidiendo ambición a la futura propuesta de la Unión Europea". Nieves Álvarez, directora de Relaciones Internacionales de Grupo Día, señala que "sin su apoyo y sin un marco político que incentive los cambios necesarios en la industria, nos será mucho más difícil contribuir a hacerlo posible".
A la vez que esta carta se hace llegar al Gobierno español, más de 30 organizaciones de toda Europa (Ikea, Carrefour o Nestlé, entre ellas) envían el mismo mensaje a Juncker como presidente de la Comisión Europea y a Miguel Arias Cañete, comisario de Acción por el Clima y Energía.
El director general de Astic, Ramón Valdivia, ha señalado que "los estándares para la fabricación de camiones son una oportunidad para el sector del trnasporte para seguir su senda de reducción de emisiones y para optimizar su eficiencia en el consumo energético y la competitividad modal de la carretera".