Los eurodiputados acordaron imponer objetivos nacionales mínimos para el despliegue de la infraestructura para combustibles alternativos. Los Estados miembros tendrán hasta 2024 para presentar sus planes para conseguirlos.
Según el texto aprobado por el pleno, para 2026 deberá haber, al menos, una estación de carga para vehículos eléctricos cada 60 kilómetros en las carreteras principales de la Unión Europea. El mismo requisito será de aplicación para camiones y autobuses, pero sólo en algunas vías parte de las redes transeuropeas (RTE-T) y con estaciones más potentes. Habrá excepciones para las regiones ultraperiféricas, islas y carreteras con muy poco tráfico.
El Parlamento también plantea establecer estaciones de repostaje de hidrógeno a lo largo de las carreteras principales de la Unión Europea (cada 100 kilómetros y no cada 150 kilómetros, como proponía la Comisión) y hacerlo antes (para 2028, en vez de 2031).
Cómo deberán ser las estaciones de servicio de combustibles alternativos
Las estaciones de repostaje alternativas deberán ser accesibles para todas las marcas de vehículos y deberán ser fáciles de pagar. El precio, que tendrá que figurar por kWh o por kilos, deberá ser asequible y comparable. Los eurodiputados también quieren que se centralicen los datos sobre combustibles alternativos antes de 2027, con el fin de proporcionar información sobre la disponibilidad, los tiempos de espera y los precios en diferentes estaciones de toda Europa.
El mandato negociador sobre infraestructuras para los combustibles alternativos se ha aprobado por 485 votos a favor, 65 votos en contra y 80 abstenciones, mientras que el mandato sobre los combustibles marítimos sostenibles salió adelante con 451 votos a favor, 137 votos en contra y 54 abstenciones. El Parlamento ya está listo para iniciar las negociaciones con los Estados miembros sobre la formulación definitiva de ambos textos legislativos.