De llevarse a cabo esta medida, supondrá que, en 2015, un consumidor pase de pagar 4,8 céntimos de euro por litro a 3,6 céntimos, reduciendo la cuantía de este impuesto con respecto a otras comunidades limítrofes.
"No obstante, en el supuesto de que se eliminara completamente, supondría un despeque en cuanto a la actividad del sector del transporte, aunque la variación de importe por este concepto entre comunidades autónomas crea un agravio comparativo, creándose, de forma indirecta, una competencia desleal entre las empresas de transporte ubicadas en diferentes comunidades autónomas con este impuesto, implantado o no, como ya viene ocurriendo" ha precisado Carlos Marín.
Según el presidente de Fetcam, "desde mediados de 2014 hasta la actualidad, el sector del transporte está experimentando, gracias a la bajada del precio del carburante, un ligero aumento de la actividad, lo que está ayudando a estabilizar la frágil situación económica por la que atraviesa tras el batacazo que sufre desde el año 2007, fruto de la crisis".
"Los transportistas de Castilla-La Mancha nos merecemos la eliminación total del céntimo, ya que somos el sector profesional sobre el que más repercusión ha tenido, sin olvidar que 25.000 empleos directos y 75.000 indirectos dependen de los transportistas siendo, aproximadamente, un 5,7% del PIB castellanomanchego" ha señalado.