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La primera redacción del plan hablaba de una prohibición de la venta de turismos y vehículos comerciales ligeros diésel o gasolina a partir de 2040, mientras que en una segunda versión, se recoge que "en desarrollo de la estrategia de descarbonización a 2050, adoptaremos las medidas necesarias, de acuerdo con la normativa europea, para que los turismos y vehículos comerciales ligeros nuevos, reduzcan de forma paulatina sus emisiones, de modo que no más tarde del año 2040 sean vehículos con emisiones de cero gramos CO2/km. Se trabajará con el sector y se pondrán en marcha medidas que faciliten la penetración de estos vehículos, que incluirán medidas de apoyo a la I+D+i".
Según las asociaciones del sector de automoción, "necesitamos medidas que favorezcan la competitividad industrial, que atraigan nuevos modelos e inversiones y que fortalezcan el mercado, de cara a aumentar las ventas de los vehículos más eficientes". Por ello, resalta las conversaciones para llegar a un acuerdo marco favorable, que refuerce la competitividad del país en la transición de la movilidad del futuro.
El establecimiento de límites intermedios para conseguir el objetivo de descarbonización del parque en 2050 (como establece la Unión Europea y como están comprometidos todos los agentes de la automoción) supone "dar estabilidad y certidumbre, tanto a los fabricantes de vehículos y componentes como a la distribución y compradores", aseguran. "La sociedad necesita certidumbre y conocer que la transición en España hacia una movilidad sostenible se hará de un modo ordenado, equitativo, teniendo en cuenta sus necesidades y siempre de acuerdo a un calendario realista en cuanto al desarrollo y mejor aprovechamiento tecnológico de los vehículos".
La respuesta de los representantes de la industria de automoción
Mario Armero, vicepresidente ejecutivo de Anfac, ha resaltado la "agilidad con la que se introdujo la modificación, porque reduce la incertidumbre para los consumidores y el sector. Anfac, como representante de los fabricantes, está comprometida con la senda de la descarbonización del parque en 2050 y la transformación hacia la nueva movilidad. Más del 70% de los modelos que se van a lanzar al mercado llevará aparejada una versión electrificada o híbrida, con la que se camina hacia una automoción cero y bajas emisiones, pero la transición ha de ser ordenada, asequible y positiva desde todos los puntos de vista". En opinión de Anfac, "eliminar la prohibición aporta, además, certidumbre al mercado, que tanto lo necesita después de meses de caídas y supone volver a la hoja de ruta que se está trabajando con el Gobierno de cara a un acuerdo para la Automoción y alineado con la Unión Europea".
Más del 70% de los modelos que se van a lanzar al mercado llevará aparejada una versión electrificada o híbrida
Víctor García Alia, secretario general de Aniacam (la asociación de importadores de vehículos) ha afirmado que "hemos visto con satisfacción la rectificación que ha hecho el PSOE en el documento de propuestas. Estamos seguros de que la única manera de llegar a ese objetivo es, en primer lugar, renovar el obsoleto parque automovilístico que tiene España, y la única forma de hacerlo en el futuro más inmediato es cambiarlo con vehículos de combustión modernos que casi no emiten gases contaminantes. En segundo lugar, hay que volver a retomar la preferencia de vehículos diésel sobre gasolina, que emiten mucho menos CO2. Es importante que el Gobierno tranquilice a los compradores, instándoles a cambiar los viejos vehículos por los modernos automóviles de combustión, en particular, a los diésel no contaminantes".
Por su parte, Marta Blázquez, vicepresidenta ejecutiva de Faconauto, "la mejor manera para acabar con la incertidumbre de los compradores es que el sector trabaje mano a mano con el Gobierno, el actual en funciones o con el que se debería formar lo antes posible, para hacer que la transición hacia una movilidad sostenible favorezca siempre los intereses de los conductores y la renovación del parque. Hay que dejar de hablar de prohibiciones si no hay hoy una alternativa. No podemos desviarnos de esta línea porque nos jugamos mucho".
En opinión de Ana Sánchez, directora general de Ganvam, "con esta rápida rectificación se está reconociendo que una estrategia medioambiental basada en la prohibición retrae la decisión de compra y confunde al usuario, contribuyendo a aumentar la antigüedad del parque y, por tanto, consiguiendo el efecto contrario al que persigue. Así, se está dando un mensaje de tranquilidad muy necesario para la sociedad y el sector de la automoción, lo que dará un impulso al mercado, traduciéndose en una renovación paulatina del parque automovilístico".
Según José Portilla, director general de Sernauto (la asociación de fabricantes de componentes), "es positivo que se haya rectificado, pues el texto inicial se contradecía con lo trabajado durante la legislatura con el Ministerio de Industria y, además, iba en contra de lo estipulado por la Unión Europea. La industria de componentes de automoción está comprometida con la descarbonización, pero siempre respetando el criterio de neutralidad tecnológica y de una forma progresiva y ordenada, donde no se penalice ninguna tecnología, pues todas ellas son claves para cumplir con los objetivos de emisiones y garantizar la movilidad de personas y mercancías. Es imprescindible que se ponga en marcha cuanto antes una estrategia esencial para la transformación del sector de automoción, apoyando el desarrollo industrial, su empleo y la competitividad en un entorno globalziado".