
Según la AOP (Asociación de Operadores de Petróleo), los precios de los carburantes no tienen una relación directa con la cotización del crudo Brent, "sino que dependen de las cotizaciones de la gasolina y el gasóleo en los mercados al por mayor".
"Además, la comparación porcentural es errónea, ya que no tiene en cuenta el peso de los impuestos y costes de distribución en el precio de venta al público, que representan, aproximadamente, el 68% y no están afectados por el precio Brent".
Para la asociación, "los porcentajes de subida y bajada del precio del combustible en surtidor siempre van a ser menores que los de sus cotizaciones, como se ha podido comprobar este año".
Pese a esta explicación, el gasóleo A se ha movido de forma paralela a la del crudo Brent, debido a que su demanda es más constante a lo largo del año que en el caso de la gasolina, cuyo consumo aumenta en los meses de verano en el Hemisferio Norte (sobre todo en Estados Unidos, que es el mayor consumidor mundial).