La industria de la logística del vehículo terminado continúa diezmada por las reducciones masivas en volumen, resultado de los proveedores de materiales que son impredecibles. Muchos fabricantes han sido incapaces o reacios a hacer previsiones de volúmenes de producción para todo el año. Algunos señalan que lo harán cuando la situación mejore. En parte, esto sucede por la escasez de semiconductores, aluminio, magnesio o piel, que están colapsando la industria.
Ya se ha hecho habitual en el sector que los cargadores se quedan con todo el riesgo de uso como resultado de los contratos de servicios descompensados para la distribución de coches nuevos. El presidente del ECG, Wolfgang Göbel, ha declarado que “esto no va sólo de volúmenes reducidos. La incertidumbre hace que la planificación sea imposible. La eficiencia en las operaciones de transporte ha caído de forma significativa y estamos implementando todas las posibles soluciones para proteger los negocios, incluida la reducción de la capacidad o incluso reducir los días de operación en los componentes. Todo esto está sucediendo en un momento en que nuestros costes están subiendo rápido y la inflación está disparada”.
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Incluso más preocupante son las actuales circunstancias están dando como resultado que reducciones insostenibles en la capacidad como activos se guardan. En el transporte por carretera, los conductores se van a otras industrias y no tienen intención de volver a la logística de vehículos, lo que complicará la actual escasez de chóferes y harán la renovación de la actividad casi imposible.
Muchas empresas están registrando pérdidas significativas y serán incapaces de invertir en aumentar sus capacidades cuando vuelvan los volúmenes de antes. Es más, los ratios predeterminados en contratos más largos puede que no sean viables desde el punto de vista financiero, con rápidos crecimientos de los costes operativos.
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El director ejecutivo de ECG, Mike Sturgeon, ha señalado que “es un hecho que la logística de exportación es tratada de forma distinta que la logística de importación. Los países de Occidente llevan años aprovechándose de los proveedores de logística de vehículos terminados con volúmenes sobreestimados, no garantizados y con LSP esperando absorber cualquier fluctuación del mercado que pueda suceder mientras siguen reclamando el mismo nivel de servicio”. Y añade: “no puedo pensar en otra industria en la que suceda esta relación unidireccional. En mi experiencia, los fabricantes trabajan en un espíritu de colaboración, con proveedores de importación y aún así la gente está satisfecha de abusar de sus relaciones con sus proveedores de exportación. Es realmente extraordinario”.
En el corto plazo, la viabilidad de los cargadores está en riesgo mientras, en el medio plazo, la industria será incapaz de responder a la probable recuperación de los volúmenes o invertir en la descarbonización y el resto de desafíos a los que se está enfrentando.