
La capital de Polonia, Varsovia, acogió el pasado mes de mayo la asamblea general de la asociación europea de transporte de vehículos, ECG. A la cabeza de la representación española estuvo Juan Manuel Sierra, secretario general de CETM-PVYLA, la organización que congrega a los operadores logísticos del sector automoción de nuestro país.
En la parte privada de acto, se renovaron varios cargos ejecutivos, como la reelección del presidente, Constantino Baldissara, y entre los miembros del Comité, órgano ejecutivo de la ECG, el representante español Eduardo Estévez, del grupo Bergé Automotive Logistic. En cuanto a la parte pública, representantes de asociaciones de Alemania, Norteamérica, Rusia, Polonia y España analizaron la situación actual y perspectivas de un futuro más próximo de sus mercados nacionales. Mientras que los tres primeros constataron un mayor volumen de matriculaciones y de distribución de vehículos, los dos últimos expresaron su inquietud, mostrando con cifras que sus mercados nacionales están maltrechos y que, de no ser por el volumen de exportación de vehículos a otros países, el sector de la automoción caería a mínimos.
Juan Manuel Sierra, ponente español en la asamblea, informó de la situación de descenso de matriculaciones de vehículos en España y del momento que viven los distribuidores españoles de logística integral.
DEBACLE
Sierra informó sobre el “profundo deterioro de la evolución económico-financiera de las empresas de transporte de vehículos por carretera, cuyos ratios se deterioran de forma progresiva desde 2008, ya que la liquidez está resultando gravemente afectada por la evolución negativa del negocio. Cada año aumentan los gastos financieros sobre ejercicios anteriores y los fondos de maniobra se han deteriorado de forma sensible. Lo que, unido a la dificultad de acceso al crédito, está generando situaciones límite para las empresas del sector”. Además de esto, el secretario general de la asociación española analizó la situación del mercado del transporte en camiones portavehículos, asegurando que está sometido “a una fuerte crisis de demanda, con elevados descensos de producción y matriculación de vehículos. Desde 2008 ha experimentado una situación de sobrecapacidad de oferta que ha generado una disminución de los niveles de actividad de las empresas de transporte, tanto de vehículos como de las actividades logísticas de automoción, un envilecimiento de los precios por la fuerte presión de la oferta sobre la demanda, un envejecimiento progresivo del parque de portavehículos por la enorme caída de la renovación de la fl ota y procesos de desestructuración de las empresas del sector. También se ha producido un aumento del uso de flota subcontratada y, por tanto, un deterioro en todos los márgenes de rentabilidad de las empresas, incluyendo fondos de maniobra negativos lo que, unido a las difi cultades de obtención de créditos financieros colocan en situación límite de supervivencia a algunas de estas empresas”.
Para proponer soluciones a este panorama, Juan Manuel Sierra señaló que la clave está en “desarrollar otros servicios de mayor valor añadido, más allá del transporte dentro de la cadena de suministro, utilizar modos de transporte alternativos manteniendo el control comercial y operativo de la cadena intermodal y la apertura de procesos de colaboración y/o convergencia empresarial”.