Los efectos negativos de la anulación de dicho requisito afectan a todos los segmentos del transporte de mercancías por carretera en España, siendo significativos en el subsector del transporte ligero que, en la actualidad, se encuentra desregulado, tras la eliminación en 2013 por parte del Ministerio de Transportes de todos los demás requisitos de acceso a este subsector.
Esta desregulación ha provocado que en el último año se haya producido la entrada masiva de más de 4.800 nuevos transportistas ligeros, que han accedido sin poseer titulación profesional alguna y con vehículos de cualquier antigüedad, lo que ha permitido aumentar la flota de vehículos ligeros en 6.300 vehículos en dicho período. Por su parte, el segmento de transporte pesado tampoco se ha quedado atrás, ya que la eliminación del requisito de antigüedad ha permitido incrementar la flota en 11.500 vehículos en dicho plazo.