
Esto, unido a la incertidumbre imperante, a la espiral inflacionista y al descenso en la producción de vehículos, está provocando la ralentización de la recuperación del sector de automoción y, más en concreto, de la industria española de componentes que está sufriendo, al no poder repercutir gran parte de los costes sobrevenidos.
En una encuesta realizada por la Asociación Española de Proveedores de Automoción (SERNAUTO) entre sus asociados, casi todas las empresas siguen constatando subidas de precios de las materias primas (y más de la cuarta parte un incremento superior al 40%).
Además, sigue existiendo desabastecimiento en materias primas necesarias para la fabricación como son los plásticos, el acero, el aluminio, productos químicos o el cartón.
El 60% de los proveedores declaran seguir afectados por la falta de algunos componentes como semiconductores, componentes electrónicos, microchips y mecanizados.
Inestabilidad económica que afecta a la industria de automoción
La fuerte subida de los costes energéticos está impactando de manera significativa en la competitividad de los fabricantes de componentes. Para una cuarta parte de las empresas, ha supuesto incrementos de entre 20% y 40%; para una de cada cinco, entre 40% y 60%; y una de cada 10 empresas han tenido que asumir una subida de más del 60%.
Existe una gran incertidumbre y preocupación ante esta situación que se ha vuelto inasumible en algunos casos por la dificultad de repercutir este sobrecoste a los clientes, dada la importante merma de los márgenes comerciales.
3 de cada 4 empresas se han visto afectadas por la caída de la producción de vehículos y casi la totalidad por problemas logísticos, aunque se aprecian ciertas mejorías con respecto a 2021
En términos de facturación, aunque solo el 27% de las empresas declaran que ha disminuido, la rentabilidad se ha visto afectada para más del 60% de las compañías: para el 29% de ellas, ha disminuido entre un 0% y un 10%; para el 21%, entre un 10% y un 20%; y para el 12%, más de un 20%.
Además de los aspectos comentados, los proveedores de automoción consideran críticas también cuestiones como la producción discontinua (paradas de OEMs), la gestión del sobrestock, el entorno económico incierto y el conflicto bélico en Ucrania.
Revisión de las previsiones para 2022
Estas circunstancias han provocado la revisión a la baja de las perspectivas del sector para 2022. Según las estimaciones de la Junta Directiva de SERNAUTO, la facturación crecerá en torno a un 5% respecto a 2021; y en lo que respecta al empleo, se estima que se lograrán mantener las cifras de empleo de 2021, lejos aún de las cifras prepandemia.
El director general de SERNAUTO, José Portilla, afirma: “Se acumulan ya más de 16 meses de crisis y la situación, en el caso de algunas empresas, de manera especial las pymes, se ha vuelto muy compleja. Es crucial que el Gobierno ponga en marcha las medidas planteadas por la industria en el plan de choque y convoque las ayudas necesarias para que las empresas puedan afrontar con garantías este periodo tan complicado y no se destruya empleo. Son imprescindibles medidas de flexibilidad laboral que permitan, como ya sucedió en la pandemia, mantener el empleo a pesar de las dificultades, y acceso a financiación en condiciones favorables. Si no lo hacemos de forma eficaz y ágil, se perderán empresas por el camino y, con ellas, empleo de calidad”.