Comparativa Fiat Ducato Furgón 2.3 Multijet 150 – Volkswagen Crafter TDI 136 CV Furgón

Por Transporte Profesional 17 Abril 2012 0

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Genes dominantes

Grandes protagonistas del transporte profesional ligero, la Fiat Ducato y la Volkswagen Crafter siguen fielmente las tendencias actuales, tanto a nivel mecánico, con la inclusión de motores Euro 5 ahorradores, limpios y de gran fiabilidad, como desde el punto de vista funcional y en lo tocante a la seguridad, con la inclusión de equipamientos muy cuidados.

No podemos negar que ponernos a los mandos de dos vehículos nuevos –aunque en este caso sean más bien seminuevos- para hacer una comparativa siempre nos mantiene expectantes. Y es que comprobar cuánto han mejorado cada uno de ellos y enfrentar uno al otro suele resultar muy enriquecedor para quienes centramos parte de nuestra profesión en conocer y profundizar en el “industria automovilística”.

Así y todo, cada vez resulta más complicado hacer una valoración lo más ajustada y posible a la realidad a tenor del grado de sofisticación que están alcanzado los vehículos con el paso de los años.

Y esta afirmación no puede caer en saco roto en el caso de los dos modelos protagonistas de esta comparativa, dado que tanto desde el punto de vista mecánico como en lo que se refiere a la adopción de sistemas de seguridad y de ayuda a la conducción, el salto adelante que han dado no ya sólo estos dos comerciales, sino el resto de sus coetáneos, es enrome.

Grandes “corazones”

En realidad la gran novedad que presentan tanto la Fiat Ducato como la Volkswagen Crafter tiene que ver con los motores Euro 5 que integran, cuatro el modelo italiano (115, 130, 148 y 177 CV) y tres el alemán (109, 136 y 163 CV), mecánicas todas ellas que recurren a la recirculación de gases de escape EGR para optimizar el flujo de los gases de escape, lo que se traduce en una menor emisión de CO2 –hasta un 10% dependiendo de la variante- al medioambiente.

Pero de lo que sin duda estará más satisfecho el profesional es de poder beneficiarse de una economía de consumo muy beneficiosa para sus intereses, ya sea desde el punto de vista del gasto de combustible, a toda luces menor en ambos vehículos con respecto a los Euro 4 como veremos más adelante, como en lo que se refiere a los costes propios derivados del mantenimiento de los mismos, que han aumentado de manera considerable.

Así, en el caso de la Fiat Ducato dicho mantenimiento se va hasta los 48.000 kilómetros, mientras que en la Volkswagen Crafter los intervalos también se han prolongado un 25%.

Pero entremos a analizar lo que son capaces de ofrecer cada uno de los propulsores que encierran bajo el capó los dos rivales de esta “contienda”.

El modelo de origen italiano, montaba una bancada de 2,3 litros de cilindrada para una potencia declarada de 148 CV y un par máximo de 350 Nm, mientras que el “alemán” escondía un bloque de 2 litros de capacidad con una potencia de 136 CV y un par de 330 CV. Números que si bien son superiores a favor de la Ducato, de nada sirven si esa diferencia no se plasma sobre el asfalto.

Diferencias no tan acusadas

Sí es cierto, que una vez en marcha sí que apreciamos que esta última supera en determinadas circunstancias, pero se trata de una diferencia que llega más por la forma de entregar la potencia y el par, sobre todo este último, que lo hace con mayor prontitud que la Volkswagen Crafter. Porque aunque ambos fabricantes anuncian que el máximo par se alcanza ya a las 1.500 rpm, la realidad dice que no es hasta las 1.700 vueltas en el caso de la Fiat por las poco menos de 1.800 revoluciones su rival.

Diferencia que aunque muy pequeña y prácticamente inapreciable determina que, cronómetro en mano, los números de la Ducato sean ligeramente superiores. Ahora bien, esta disparidad en el empuje va desapareciendo a medida que la Crafter va subiendo de vueltas, hasta el punto de que en los 1.000 metros saliendo desde parado prácticamente invierten el mismo tiempo.

Otra cosa es cuando hay que tirar de riñones, es decir, en las recuperaciones, sobre todo si las medimos con ambos vehículos en vacío, en tanto que el modelo italiano, además de un mayor par, se beneficia de un menor peso –hasta 172 kilos menos-, de ahí que las diferencias se hagan mayores.

De cualquier modo, el motor del vehículo alemán rinde perfectamente en cualquier escenario, de manera que siempre que lo mantengamos a medio régimen no notaremos falta de fuerza en ningún momento. Así y todo, ambos vehículos son capaces de salir airosos ante cualquier ejercicio que les propongamos (recuperaciones, adelantamientos, etc.) sin mayores problemas incluso con los 3.500 kilos en orden de marcha, eso sí, siempre y cuando no dejemos caer la aguja del tacómetro por debajo de las 2.000 rpm.

Sí es cierto que ante orografías en las que la carretera “pica” hacia arriba de forma importante, pierden algo de inercia, sobre todo cuando circulamos con marchas largas, pero en ningún caso debemos preocuparnos en tanto que los cambios que acoplan tanto uno como otro modelo son lo suficientemente rápidos en su respuesta -algo más suave el “alemán”- como para que recuperemos la agilidad perdida sin que apenas no dé tiempo a echar de menos algo unos caballos extra de potencia.

En cuanto a la circulación por vías de alta capacidad, tanto la Fiat Ducato como la Volkswagen Crafter son capaces de mantener ritmos altos sin que sus mecánicas se vean obligadas a forzar en exceso, y todo ello dentro de unos márgenes que podemos catalogar como coherentes para que el consumo no se dispare –en este sentido, la relación de los grupos transmisores es la idónea, con sendas sextas velocidades muy directas-. Con todo, el gasto de combustible es bastante ajustado, no yendo las diferencias entre uno y otro más allá del medio litro de media en cualquier tipo de terreno.

Por lo que respecta al comportamiento, no podemos tener queja alguna. Y si bien la Ducato es algo más radical en sus reacciones –la robustez del bastidor del Crafter es la típica de los modelos alemanes-, los dos vehículos sobresalen por ajustar un sistema de suspensiones que permiten una suavidad de marcha y una sensación de seguridad muy alta, hasta el punto de que los típicos vaivenes de este tipo de carrocerías no se hacen muy acusados incluso en escenarios sinuosos, en los que también se hace muy presente una maniobrabilidad excepcional, con una dirección que motiva que el guiado siga fielmente nuestra demanda.

Por lo demás, destacar que Fiat y Volkswagen equipan los dos modelos con los dispositivos de seguridad habituales, si bien en el caso de la Ducato hay que pagar un extra de 450 euros por disfrutar de los controles de tracción y seguridad- cuando la Crafter los ofrece de serie.

DUCATO

La percepción que tenemos al entrar en la Fiat Ducato es que se ha trabajado bien en el nuevo diseño del habitáculo. Y aunque se asemeja al anterior, la utilización de nuevos materiales –el acabado Techno (100 euros) tiene buena culpa de ello- y el ajuste de los mismos le da un toque de distinción al interior.