Lunes, 15 Diciembre 2025

    Sergio Corredor Peña, director general de Simeprovi

    Los sistemas de contención sirven para evitar que los vehículos que, por diversas causas, abandonan la calzada de forma incontrolada, puedan chocar contra obstáculos de gran masa situados en las proximidades, caer por desniveles pronunciados o invadir otras vías de circulación. Todos estos riesgos pueden causar accidentes de graves consecuencias. Es importante resaltar que las salidas de calzada producen cada año aproximadamente el 30-40% de muertos en nuestras carreteras.

    Mediante el empleo de los sistemas de contención se consigue sustituir estos accidentes por meros incidentes sin consecuencias, ya que estos dispositivos retienen al vehículo y lo reconducen a su trayectoria original sin causar daños a sus ocupantes. El reducido coste de estos elementos, en comparación con el coste total de la carretera, hace que se encuentren entre las llamadas medidas de bajo coste o elevada rentabilidad.

    El sistema de contención más empleado son las barreras de seguridad, que se instalan longitudinalmente a lo largo de la carretera, y cuyo comportamiento se evalúa mediante los ensayos definidos en la Norma UNE EN 1317. Un tipo especial de barreras son los pretiles, empleados principalmente en los puentes y otras obras de fábrica.

    Existen barreras de seguridad y pretiles adecuados para todos los tipos de vehículos que circulan por las carreteras, desde los turismos hasta los vehículos pesados como camiones o autocares, sin olvidar a los usuarios más vulnerables como son los motociclistas.

    “Las salidas de calzada producen cada año aproximadamente el 30-40% de muertos en nuestras carreteras”

    En el caso de los vehículos pesados, existen las llamadas barreras de alta o muy alta contención (clases H1, H2, H3, H4a y H4b), diseñadas para contener de forma controlada desde camiones de 10t (H1) hasta vehículos articulados de 38t (H4b). Todas estas barreras deben garantizar además que no se producen daños importantes en caso de choques de vehículos ligeros. Las distintas Administraciones con competencia en carreteras definen los criterios de implantación de estos sistemas en sus respectivas redes, en función de las características de las vías, de la intensidad y composición del tráfico y de los riesgos existentes en los márgenes.

    En zonas con tráficos elevados de vehículos pesados, o donde la salida de calzada de estos vehículos pueda ocasionarles daños graves, y afectar a otros usuarios, o a personas e instalaciones situadas en las proximidades de las carreteras, se hace imprescindible el empleo de barreras y pretiles de alta contención.

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