Para la CETM, se trata de una postura "codiciosa por parte de los cargadores, que sólo atiende a interesados motivos económicos" y que no tiene en cuenta aspectos tan importantes como los siguientes:
- Los elevados costes que conllevaría adaptar la configuración técnica de la actual flota de camiones a las exigencias de pesos máximos por eje que requeriría la nueva normativa.
- El incremento de la demanda sobre una oferta sobredimensionada ocasionaría un deterioro en las cuentas de resultados de las empresas de transporte, incapaces de repercutir los costes (mayor consumo de combustible, neumáticos, mantenimiento, etc.) que provocaría la puesta en marcha de esta medida.
- Desde el punto de vista de las infraestructuras, acometer un incremento de pesos bajo una configuración más perjudicial para el firme de las carreteras supondría un deterioro acelerado de las carreteras, exigiendo mayores esfuerzos presupuestarios de los titulares de las vías para acometer su reparación y mantenimiento en periodos cada vez menos dilatados.
- Desde el punto de vista de la seguridad vial, un aumento de cuatro toneladas de masa máxima autorizada podría suponer un agravamiento de los siniestros en los que se viese implicado un vehículo industrial.
La CETM afirma no entender que Aecoc "haya decidido realizar estas manifestaciones antes de la reunión prevista con el sector del transporte el próximo 28 de enero para analizar, entre otros temas que afectan a la mayor eficiencia y rentabilidad de las empresas, el de las masas y dimensiones de los vehículos de transporte. Creemos que esta no es la mejor manera de iniciar unos encuentros que dejaron de celebrarse porque a los cargadores les vino mejor presionar al Gobierno".