
Han transcurrido más de diez días desde que el Gobierno se comprometiera, a través del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, a facilitar más de cuatro millones de mascarillas para el transporte de mercancías por carretera. Pero las múltiples gestiones realizadas por la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) ante este organismo han resultado infructuosas.
"Entendemos que las prioridades en el reparto de las pocas o muchas mascarillas que han llegado a nuestro país o se están fabricando por parte de diversas empresas y particulares, deben ir dirigidas hacia la Sanidad, las residencias de mayores y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Pero a estas alturas de la pandemia, a nadie se le oculta que también son imprescindibles para nuestros conductores, quienes se encargan de hacer llegar equipos, medicamentos y vituallas a toda la población" afirman los representantes de la Confederación.
A pesar de las actuales condiciones de riesgo, la CETM asegura que "los conductores de nuestros vehículos están manteniendo un comportamiento ejemplar. Son, también, los héroes silenciosos que con su actitud, esfuerzo y dedicación, no han parado ni un momento de rodar, a sabiendas de que pueden contagiarse, mucho más si cabe que el resto de la población".
"Pese a la situación en la que están trabajando (sin equipos de protección), los conductores de nuestros vehículos están manteniendo un comportamiento ejemplar" CETM
"Nuestros conductores deben soportar, además, un riesgo añadido. Nos referimos a la, en muchos casos, obligada carga y descarga de las mercancías, por parte de cargadores y plataformas en las que deben recoger y entregar la mercancía. Sin un mínimo de responsabilidad, de ética y de conciencia, y sin facilitarnos los medios de protección necesarios, estos cargadores y plataformas siguen presionando a nuestra gente para que realicen estas labores que, en ningún caso les corresponden, y mucho menos ahora" afirman desde la CETM.
Por ello, la CETM conmina a los cargadores a que desistan en este empeño y exigen a la Administración, en concreto, al Ministerio de Transportes, a que redacte de forma urgente una orden ministerial que impida, de una vez y para siempre, estos abusos, que ponen en riesgo la seguridad de los conductores.
"No queremos ser alarmistas, pero si el transporte ha sido considerado como esencial, debe serlo también para garantizar su seguridad y continuidad. La salud de todos nuestros conciudadanos está en juego" finalizan.