
El conjunto del transporte por carretera, ferrocarril y aéreo, tanto de ámbito nacional como internacional y navegación doméstica consumieron más de la mitad del total de gasolinas, querosenos y gasóleos de automoción que se produjo o importó en nuestro país. De este modo, según Cores, el transporte por carretera consume 24,8 millones de toneladas de petróleo al año, un 52,5% del total (tratado posteriormente a gasóleo).
En ese sentido, los gasóleos, con un 57% del total, se consolidan como el combustible más utilizado en España, seguidos de los querosenos, con el 11% del total, y las gasolinas, que aglutinaron el 10%.
El grupo de "otros sectores" supuso el 12% del total, mientras que el sector transformación, que incluye los consumos destinados a transformar un combustible primario en un producto energético secundario, concentraron el 6% del consumo de productos petrolíferos en 2013.
España es uno de los países de la Unión Europea con una mayor tasa de dependencia energética. Según datos publicados por Eurostat, el organismo estadístico de la Comisión Europea, necesita importar el 70% de la energía que consume, mientras que la media comunitaria está en el 53,2%.