La medida ha provocado un perjuicio a la actividad de los camiones que transitan por la A-7, que son obligados a estacionar en una campa de la zona de La Mojonera, situada junto a la salida 420 de la A-7, durante todo el periodo de restricción. Sin embargo, el objetivo de mejorar la fluidez de los vehículos particulares ha resultado ineficaz.
En este tramo de la autovía circulan a diario 50.000 coches, más o menos, a los que hay se suman los más de 15.000 vehículos adicionales que circulaban por la carretera del Cañarate, por lo que la prohibición de limitar el centenar de camiones que a esa hora circulaban por esta autovía tiene un impacto nulo en la mejora de la fluidez del tráfico.
Miles de transportistas afectados
Entre las principales quejas que manifiestan los transportistas afectados, además de los graves perjuicios económicos que les ocasiona, figura el desconocimiento de la restricción por la falta total de disfusión de la medida, que se ha limitado a una nota de prensa remitida el viernes 14 de febrero a los medios locales almerienses, pese a que, por dicha autovía transitan transportistas de otras provincias andaluzas y de otras regiones españolas.
La restricción a los transportistas se limita a su indicación en un panel luminoso en la autovía y la indicación de un agente de la Guardia Civil en la salida 420, obligando al desvío a los camiones que transitan a esa hora. Los transportistas se quedan retenidos una hora en una campa improvisada y, transcurrido ese tiempo, se incoporan a la autovía, en la que continúa la misma congestión que una hora antes.
Vista esta situación, el Comité Nacional del Transporte por Carretera ha decidido presentar una queja, tanto a la Dirección General de Tráfico como al Ministerio de Transportes, por la forma en que dicha prohibición se ha establecido, sin cumplir el procedimiento establecido en el Reglamento General de Circulación, por el impacto que prococa y por los perjuicios que esta medida ocasiona a los transportistas que pasan por la zona.