
Con más de 200 millones de dosis de todas las vacunas aprobadas distribuidas a más de 120 países y 9.000 vuelos operados en los que participaron más de 350 instalaciones y centros logísticos de DHL, la compañía ha formado parte de la primera línea de respuesta a la pandemia desde su inicio.
DHL ha creado más de 50 colaboraciones bilaterales y multilaterales con socios, tanto del sector farmacéutico como del sector público, y varios servicios nuevos dedicados a frenar la expansión del virus.
Toda esta experiencia ha sido recogida por la compañía en el libro blanco "Revisiting Pandemic Resilience" que se presenta hoy, y en el que se muestra cómo y qué ha aprendido el sector logístico de la carrera contra el COVID-19 para estar mejor preparados de cara a manejar las emergencias de salud pública en el futuro.
En estos últimos 15 meses se han dado importantes logros en I+D, acuerdos políticos y avances en la producción y la gestión de la cadena de suministro que, combinados, nos ayudarán a superar la crisis sanitaria como comunidad mundial.
Si la I+D, con el desarrollo de vacunas a una velocidad cinco veces superior a cualquier otra antes en la historia y cuadruplicando las capacidades de producción previas, cimentó el principio del fin de la crisis, la logística ha sido fundamental para su distribución.
Pese a requisitos de cadena de frío a gran escala sin precedentes, de hasta -70°C, la logística ha podido desplegar la distribución tres veces más rápido de lo habitual. Además, la acción multilateral de los organismos de salud pública y diferentes gobiernos de todo el mundo ha proporcionado un marco propicio para el rápido desarrollo y despliegue de las vacunas.
DHL ha creado más de 50 colaboraciones bilaterales y multilaterales con socios, tanto del sector farmacéutico como del sector público, y varios servicios nuevos dedicados a frenar la expansión del virus
La colaboración es clave
Para acelerar la distribución de las vacunas hay que tener en cuenta las siguientes claves:
- Las industrias y los países deben fomentar la colaboración, prestando especial atención a la creación de asociaciones sólidas y de una red de datos globales de apoyo.
- Para que el suministro entrante sea seguro, se necesita una gestión proactiva de la capacidad de transporte y flujos de retorno sostenibles para el envasado. Esto es especialmente crítico, ya que más del 95% de las dosis de la vacuna contra el Covid-19 a nivel mundial se produce en sólo ocho países desde los que han de ser distribuidas a todo el mundo.
- También deben ponerse en marcha modelos de distribución de última milla adaptados localmente, centrándose en la ubicación estratégica de los almacenes, en la sincronización del flujo de vacunas y productos auxiliares, así como en el número y la ubicación de los puntos de vacunación.
Además, la infraestructura y la capacidad logística establecidas deben mantenerse en el mejor nivel a futuro, ya que en los próximos años se necesitarán entre 7.000 y 9.000 millones de dosis de vacunas al año para mantener bajas las tasas de (re)infección y frenar el ritmo de las mutaciones del virus, sin contar las fluctuaciones estacionales.