El transporte de animales vivos está sujeto a un alto control administrativo en distintos ámbitos de competencia, tanto en lo que se refiere a su actividad de transporte (al estar sometido a las mismas exigencias que el resto) como en lo relativo a bienestar y salud animal, que dependen de las autoridades competentes en materia de agricultura.
La mayor parte de la normativa de transporte de animales vivos viene de la Unión Europea. Este año se plantea elaborar una nueva legislación sobre esta materia, tanto dentro del ámbito de la Unión como hacia terceros países. La cuestión es que, en la actualidad, existe un fuerte enfrentamiento entre los países por sus distintos intereses económicos que representa cada uno, como se pudo comprobar en la reunión del Consejo Europeo de Agricultura y Pesca celebrado en Bruselas.
España exporta el 10% de su producción total de bovino y un 30% de la especie ovina-caprina
La prohibición de las exportaciones de animales vivos a terceros países conllevaría al cierre de un alto porcentaje de granjas nacionales, que dan trabajo a un gran número de transportistas nacionales.
La importancia del transporte de animales vivos
El impacto para el sector del transporte por carretera en nuestro país sería muy importante. En 2022, en España se exportaron a terceros países no europeos 68.000 toneladas de bovinos cebados, lo que representa más de 3.400 viajes de transporte por carretera.
En cuanto a la especie ovina-caprina, las exportaciones españolas ayudan en gran medida a la fluidez del mercado nacional. En dichas campañas, los transportistas nacionales se ven favorecidos por un incremento en el número de viajes hacia los puertos españoles.
España exportó un total de 570.000 ovinos-caprinos, sobre todo a Jordania y Arabia Saudí, lo que representa un número de desplazamientos nacionales por carretera superior a los 2.200 trayectos.