Aquí los responsables
“no son solamente
los carJadores, debe entrar de oficio la $d-
ministración, bien a través del Ministerio de
Industria para controlar que se cumpla el RD
948/ 2003 que marca los equipamientos míni-
mos con los que debe contar un lavadero de
cisternas, o del Seprona en lo relativo a vertidos
ilegales o irregulares”
, explica Fernando Peña.
El problema de los ilegales
Que existen lavaderos “presuntamente” ile-
gales que se escudan en la permisibilidad
que existe a la hora de realizar las inspec-
ciones por parte de la autoridad competen-
te es de sobra conocido. Lo peor es que a
día de ho\ se siguen aceptando certificados
de estas estaciones de lavado.
Incluso en muchos casos el empleado de
la empresa cargadora que llena las cister-
nas desconoce si el lavadero es legal o no lo
es porTue en los certificados figura una em-
presa que es la responsable de la veracidad
del certificado \ no es su oEligación saEerlo,
pero sí se debe poner a su disposición los
medios adecuados para Tue sepa identifi-
car un certificado legal de uno Tue no lo es.
¿La manera?
“Quizás con el sello de Industria
o el de la &omunidad $utµnoma Tue lo haJa
fácilmente distinguible”,
sostiene el secreta-
rio general de ANLIC.
Es m£s, seg¼n hemos podido conocer,
ha\ empresas Tue emiten Certificados Eu-
ropeos de Lavado fraudulentos que son
copias idénticas a los verdaderos, con la sal-
vedad de que no incluyen los sellos EFTCO
(European Federation of Tank Cleaning Or-
ganizations) y ANLIC -perteneciente a esta
¼ltima a veces esto no Tuiere decir Tue esa
empresa sea ilegal, pero eso no la capacita
para copiar un documento registrado por la
asociación europea.
También
“se sabe”
que se realizan lavados
en el interior de cisternas en gasolineras,
garajes, instalaciones de los propios trans-
portistas o en cualquier lugar que cuente
con una simple manguera, con todo lo que
ello implica. Luego el conductor rellena un
certificado de su propia empresa \ se pre-
senta a cargar productos alimenticios en
empresas multinacionales, seguramente
conocidas por todos y algunas muy com-
prometidas con la seguridad alimentaria.
Ȋ(n mi opiniµn, los certificados de lavado
deben equipararse a los CMR en cuanto a que
tienen que ser un documento público (no pri-
vado como lo son ahora) y que la utilización
fraudulenta de ellos conlleve responsabilida-
des penales”,
asegura
Fernando Peña
.
En busca de soluciones
Sea como fuera, es fundamental encontrar
soluciones para regular de una vez por todas
Para Fernando Peña, los certificados de lavado deberían equipararse
a los CMR en cuanto a que tienen que ser un documento público y
no privado como lo son ahora.
Una de las cuestiones que se plantean es si los propios cargadores velan por
la implantación y utilización de certificados de lavado que cumplan con unos
requisitos mínimos.
“ES DE SOBRA CONOCIDO QUE
SE REALIZAN LAVADOS EN EL
INTERIOR DE LAS CISTERNAS
EN CUALQUIER LUGAR EN QUE
SE DISPONGA DE UNA SIMPLE
MANGUERA”




