Una regulación destinada a favorecer la creación de empresas y que dedica un apartado a la obligación general de implantar la facturación electrónica entre empresas, profesionales y autónomos sin excepción con el objetivo de digitalizar las relaciones empresariales y reducir la morosidad.
La Ley establece también la obligación de que los servicios de facturación electrónica sean capaces siempre de operar entre ellos y lo hagan de forma gratuita para el usuario, por lo que las plataformas de facturación electrónica deberán ser lo versátiles y robustas para recibir facturas electrónicas y no hacer incurrir en problemas a sus usuarios. Las empresas que incumplan esta obligación podrían acarrear sanciones de hasta 10.000 euros.
La facturación electrónica permite un ahorro del 60%
Gracias a la digitalización de la facturación, las compañías españolas ahorrarán hasta un 60% de costes derivados de emisión de facturas, según datos internos de Generix Group, compañía especializada en soluciones de software de facturación electrónica.
Según los cálculos de la compañía, el coste medio de procesamiento de una factura de proveedor en papel en una empresa se sitúa en 13,8 euros, mientras que el importe medio de una factura electrónica es de cuatro euros, por lo que hay un ahorro significativo de 9,8 euros. En el caso de una compañía cuyo volumen de facturas se sitúe en 50.000 euros al año, el ahorro se traduce en 480.000 euros o de 4,8 millones de euros si la empresa genera 500.000 facturas al año.
“Las pequeñas y grandes empresas deben transitar cuanto antes del papel a la facturación en formato electrónico. Gracias a la digitalización, se reducen costes en el almacenamiento en papel y se mejora la visibilidad de las facturas en tiempo real, lo que posibilita aumentar la productividad, agilizar la gestión de pagos y mejorar la satisfacción del cliente”, comenta Diana Salazar, B2B Integration Sales Manager de Generix Group. “Además, la gestión automatizada de la facturación permite a los departamentos de administración liberarse de tareas laboriosas, reduciendo errores, agilizando el propio funcionamiento de la facturación y abriendo la posibilidad de dedicar tiempo a tareas de mayor valor añadido”.
Los grandes beneficios de la facturación electrónica
La facturación electrónica cuenta con el mismo valor legal que una factura tradicional y, entre sus ventajas, aporta nuevas condiciones de seguridad, lo que evita fraudes en las transferencias de suplantación de identidad. En lo que respecta al uso, la digitalización de las facturas tiene una triple vertiente y puede ser implementada con clientes, proveedores y Administración Pública.