Los datos recopilados reflejan experiencias reales relacionadas con el sector logístico, recopiladas durante el último año por la plataforma Reclamacion24, que opera de forma independiente desde hace algo más de un año.
Según sus análisis, el 95% de los visitantes utiliza Reclamacion24.es para informarse sobre problemas frecuentes y conocer experiencias de otros consumidores, sin llegar a presentar una reclamación formal. Solo un 5% decide registrar su caso en la plataforma.
Esto indica que el número real de afectados podría ser mayor, ya que muchas personas enfrentan problemas similares, pero no los hacen públicos ni formales.
Empresas de reparto más mencionadas en las quejas de los consumidores
• Paack: 1.410 quejas
• Celeritas: 1.028 quejas
• MRW: 778 quejas
• Sending: 730 quejas
• CTT Express: 556 quejas
• GLS Spain: 382 quejas
Regiones con mayor número de incidencias reportadas
Las quejas se concentran en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla o Zaragoza, donde el volumen de entregas es mayor y la complejidad logística incrementa el riesgo de errores.
Motivos más comunes de queja:
• Retrasos en la entrega: paquetes que llegan con varios días o semanas de retraso
• Entrega fallida pese a estar en casa: notificaciones falsas indicando ausencia del destinatario
• Pérdida del paquete: envíos que desaparecen sin explicación
• Contenido dañado: productos rotos, mojados o manipulados
• Atención al cliente deficiente: respuestas automáticas o falta total de respuesta
Perfil de los usuarios que reportan quejas en la paquetería
Según los datos recopilados, el 76% de los casos registrados fueron reportados por mujeres, el 23% por hombres y el 1% por personas que se identifican como género diverso. Esto indica una mayor tendencia de las consumidoras a actuar frente a incidencias en compras online.
Desde Reclamacion24.es observan que cada vez más consumidores se sienten desprotegidos frente a problemas con sus pedidos. La falta de respuestas claras por parte de las empresas, junto con la lentitud en la resolución de incidencias, convierte una experiencia digital que debería ser sencilla en una fuente constante de frustración.
En plena era del comercio electrónico, la llamada “última milla” se ha transformado en el eslabón más débil de la cadena logística. Y a medida que aumentan los envíos, también lo hacen las quejas… y la desconfianza.