El sector del transporte de mercancías por carretera ha vivido un momento de especial relevancia con la elección de Javier Arnedo como nuevo presidente de Confederación Española de Organizaciones Empresariales de Transporte por Carretera (CONETRANS), tras una década de liderazgo de Carmelo González.
Más allá del mero cambio de nombres, este relevo representa la continuidad de un proyecto colectivo basado en la unidad, el diálogo y la defensa firme de los intereses del transporte profesional.
Carmelo González deja una huella profunda, marcada por su capacidad para cohesionar, escuchar y construir consensos. Su despedida, cargada de emoción y gratitud, fue también una llamada a seguir avanzando “juntos, con autenticidad y compromiso”. Palabras que resumen la esencia de una organización que, como él recordó, “es mucho más que una Confederación: es un espacio de encuentro y representación real”.
El testigo pasa ahora a Javier Arnedo, empresario hecho a sí mismo, que conoce desde dentro las dificultades de quienes viven cada día la carretera. Su trayectoria como conductor autónomo, empresario y dirigente asociativo le otorga una visión cercana de los problemas diarios del sector.
En su primer mensaje, Arnedo subrayó la necesidad de dignificar la profesión y afrontar unidos los grandes desafíos: la falta de conductores, la digitalización, la descarbonización o la inseguridad jurídica
“Vamos a estar más unidos que nunca”, aseguró. Esa voluntad de cohesión será esencial para lograr que el transporte avance sin dejar a nadie atrás, desde el autónomo hasta la gran empresa. Solo con una voz única y firme será posible anticiparse a los cambios normativos, consolidar la sostenibilidad del sector y garantizar su papel esencial en la economía.
El relevo en CONETRANS simboliza un compromiso renovado con el futuro. Con diálogo, trabajo y unidad, el transporte profesional seguirá demostrando que su fuerza está, precisamente, en seguir avanzando juntos.
Y es que el transporte de mercancías por carretera vive un momento decisivo, un momento de cambio. En un entorno marcado por los retos de la descarbonización, la digitalización y el relevo generacional, la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), bajo el liderazgo de Carmelo González, ha puesto en marcha una hoja de ruta basada en tres pilares: unidad, respeto y participación. No son solo palabras; son la base para construir un sector cohesionado y con voz propia ante la Administración, los cargadores y la sociedad.
El mensaje es claro: la sostenibilidad no puede lograrse a costa de la viabilidad de las empresas. El transporte no puede seguir siendo el “pagador de todas las transiciones”. González reclama una fiscalidad justa en todo aquella que afecta a nuestro sector, menos burocracia y un marco normativo estable incluido el laboral que permita a las empresas del sector sea cual sea su tamaño competir en un mercado global y en igualdad de condiciones.
También insiste en poner en valor la profesión del conductor, y para ello entre otras cosas es imprescindible mejorar las condiciones laborales, que se creen áreas de descanso seguras y vigiladas y facilitar el acceso a la profesión, porque sin relevo generacional no hay futuro posible.
La CETM quiere ser un interlocutor útil, constructivo y exigente. La relación con el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible es fluida, pero el sector necesita que nos acompañe en este momento de cambio y por lo tanto pasar del diálogo a los hechos. En ese sentido, la solicitud para el estudio sobre la aplicación de los coeficientes reductores para la jubilación anticipada o la correcta implantación de las 44 toneladas son ejemplos de cómo avanzar con equilibrio, combinando eficiencia y seguridad.
En la nueva etapa que se abre, la Confederación apuesta por un modelo de crecimiento sostenible que conjugue lo económico, lo medioambiental y lo humano. La transición energética debe ser progresiva para que sea pacifica, acompañada de ayudas reales para la renovación de flotas y de infraestructuras adecuadas.
Solo así el transporte por carretera podrá seguir siendo lo que siempre ha sido: un sector esencial para el desarrollo económico y social de España.
