ESTE MES... 30 Transporte Profesional / Julio/Agosto 2025 El nuevo marco normativo europeo, la posible reducción de la jornada laboral y la escasez de conductores profesionales son hoy tres amenazas que inquietan al sector español del transporte internacional por carretera, tanto de mercancías como de viajeros. Medidas y normativas como los peajes por emisiones de CO2 (implantados en Alemania, Austria, República Checa, Países Bajos, Suecia, Dinamarca y Hungría), la Directiva CS3D o la CSRD (que exige presentar informes de sostenibilidad) implican un aumento de los costes estructurales para las empresas de transporte. A esto se suma la inclusión del transporte por carretera como “sector difuso” en el nuevo régimen ETS II (Sistema de Comercio de Emisiones para 2027), lo que implicará un sobrecoste anual estimado entre 875.000 y 1,2 millones de euros para una empresa con 100 vehículos. Se teme que esta carga recaerá sobre el combustible, con un sobreprecio previsto de entre 10 y 20 céntimos por litro, sin que el sector disponga de mecanismos de compensación equivalentes a los disponibles en otros modos de transporte o industrias reguladas. Márgenes estrechos «Todas estas normativas amenazan con erosionar los ya estrechos márgenes del sector -que se sitúan entre el 3% y el 5%- y podrían poner en riesgo la viabilidad de las empresas que no logren adaptarse a tiempo», asegura el presidente de ASTIC, Marcos Basante, que ha explicado que la asociación se dirigirá formalmente a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para solicitar una revisión de los plazos y objetivos marcados: «Vamos a enviarle una carta para pedir que se recapacite sobre esta cuestión y se adapte la normativa a la realidad actual del sector». El coste mínimo por kilómetro para las empresas de transporte por carretera se sitúa en 1,14 euros/km, un 6% más respecto a mediados de 2023. Un coste agravado por el encarecimiento de componentes como camiones, neumáticos, seguros, mantenimiento y costes sociales. A partir del 1 de enero de 2026, si el Gobierno logra los apoyos parlamentarios necesarios, se implantará la jornada laboral de 37,5 horas semanales. Una medida que afectaría al transporte por carretera español, pero no al de otros países, lo que situaría a las empresas nacionales en desventaja. Astic considera que esto se podría traducir en incremento de precios de los productos transportados. «Nuestros conductores, trabajadores con jornadas de duración especial, conducirían 8.000 kilómetros menos al año. Sobre todo, nos preocupa cómo se articulará esta reducción con la estricta normativa europea sobre tiempos de conducción y descanso, lo que podría generar importantes tensiones operativas y legales», explica Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo de la patronal. La sobrecarga de transporte internacional La posible reducción de la jornada y la jubilación anticipada se han incorporado a los tradicionales problemas del transporte por carretera. La asociación Astic los ha analizado en su asamblea general anual. Texto: Raquel Arias Ministerio Astic aprovechó la celebración de su 65º cumpleaños para organizar una jornada sobre la situación del sector. ASTIC
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