8 Transporte Profesional / Octubre 2024 TRIBUNA JOSE LUIS QUERO CONVERSION MAGRO CHRISTIAN STEIN El hasta ahora consejero delegado de Ford Trucks España deja el cargo por motivos personales. Estaba al frente desde 2019 Ha sido designado director general de Vatservices y DKV Mobility para España y Portugal, sustituyendo en el cargo a Víctor García Iglesias El fabricante francés de automoción Renault le ha nombrado director de comunicación del grupo, en sustitución de Stéphanie Cau PROTAGONISTAS A días HABLANDO EN PLATA Las ventajas de pertenecer al Espacio Schengen (el acuerdo multilaterial que permite recorrer 29 países, que entre todos suman cuatro millones de kilómetros cuadrados y beneficia a millones de ciudadanos están menguando cada vez más. Lo que era una ventaja competitiva y que beneficiaba enormemente al transporte, tanto de mercancías como de viajeros, se está convirtiendo en una complicación más para el movimiento de millones de personas, conductores profesionales incluidos. El mes pasado, el Ministerio Federal del Interior alemán informaba a la Comisión que aplicaría restricciones temporales de control fronterizo con sus vecinos (a saber, Francia, Luxemburgo, Países Bajos, Bélgica y Dinamarca) durante un periodo de seis meses. Desde el 16 de septiembre, policías federales pueden hacer controles y parar a cualquier vehículo que intente entrar en el país por vía terrestre: tanto coches particulares, como camiones, autobuses o furgonetas. En todas las fronteras de carretera, Alemanía podrá aplicar el paquete completo de medidas de vigilancia fronteriza estacionaria y móvil, incluida la posibilidad de denergar la entrada al país, tal y como permiten la legislación nacional y la comunitaria. Por una vez en la vida, el Gobierno federal está estudiando establecer carriles verdes o especiales para camiones, un hecho que ya se produjo en la pandemia y que Iacilitó el tr£fico transIronteri]o de mercancías durante aquellos días de restricciones a la circulación por cuestiones de salud pública. No es el único país que coloca a sus fuerzas de seguridad a controlar sus fronteras. También el Reino Unido se ha puesto serio en esto y ha establecido una tasa (llamada “autorización electrónica de viaje”) para que cualquier ciudadano de la Unión Europea que pise suelo británico sepa que no es gratis. La medida afecta a turistas, personas que están visita, de paso, trabajadores “creativos” (esto nos lo tienen que explicar), visitas para un compromiso remunerado permitido y el simple tránsito por el Reino Unido, incluso si no pasa por el control fronterizo del Reino Unido (es decir, todos esos viajeros que llegan en avión y simplemente hacen estala en el país). Empezamos a acostumbrarnos a que nos cobren por todo: por transitar, por circular, por emitir CO2 (ya me gustaría a mí no hacerlo, pero es que no me han enseñado a respirar de otro modo). Pero cobrar una tasa a los ciudadanos que van a otro país a trabajar ronda ya el abuso. Cierto es que la tarifa tiene una duración de dos años (como la que es cobra cuando se viaja a Estados Unidos), pero esto lo que hace es añadir, si cabe, un poco más de peso administrativo a las empresas que se dedican a la exportación, la logística, el transporte y todo lo que tiene que ver con el movimiento de mercancías y personas. Una tasa más, un requisito más, un impedimiento más a añadir en esa maraña burocrática que ralentiza el normal funcionamiento de la economía. Coto a la libertad de circulación Alemania y Reino Unido abren la veda RAQUEL ARIAS Redactora Jefe
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