124,2 kWh para recorrer 100 km. Esta cifra es casi la mitad de lo publicado por AEMA. El resto de las marcas ofrecen cifras muy similares a las de Mercedes-Benz. Volvamos a hacer cálculos, para conseguir 500 km de autonomía se tiene que invertir en un bloque de baterías de 600 kWh que pagados a 100 € el kWh nos supondrá una inversión de 60.000 €. El peso aproximado de este conjunto de baterías a 2,0 kilogramos por kWh equivale a 1.200 kg de tara total. La vida útil será de entre 4 a 10 años dependiendo del tipo de baterías que utilicemos. Hay que tener en cuenta que, si bien el aumento de tara del vehículo eléctrico debido al peso de las baterías, le perjudica al subir pendientes, se compensa este hándicap parcialmente en las bajadas si se dispone de un freno eléctrico regenerativo. Por otra parte, se ahorra peso al prescindir de parte del “power train” y ser los motores eléctricos más ligeros que los de combustión interna. La gran ventaja del vehículo eléctrico, siempre que se efectúe la recarga de las baterías con energías renovables, es la descarbonización -reducción de las emisiones de CO2-, si bien el transporte no es el sector más contaminante, ya que sólo representa el 10,08% de las emisiones de CO2 globales. Febrero 2024 / Transporte Profesional 47 BATERÍAS DE TRACCIÓN El sistema de gestión de batería -BMS- es un conjunto de componentes electrónicos que controlan la carga y descarga de los acumuladores. Las baterías trabajan con corriente continua -CC- y alta tensión. Todos los circuitos que soportan este alto voltaje se distinguen por su aislamiento plástico de color naranja. En general, es recomendable mantener la carga de la batería de tracción entre el 20% y el 80% SoC -su capacidad de carga-. De esta forma, se puede prolongar la vida útil de la batería y reducir el riesgo de daños. La degradación de las baterías se produce por una serie de factores, como el número de ciclos de carga y descarga, la temperatura de funcionamiento y la exposición a la humedad.
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