món y queso. En un cestillo, en medio del salpicadero, siempre lleva fruta que va comiendo por el camino. Antes de partir, hay que hacer el chequeo del vehículo. Hay que comprobar que no se ha colado nadie y mandar una foto del formulario a Tráfico. Son las 7:48. Solo han pasado 10 horas y cinco minutos desde que paró. Hoy no hará el descanso de 11 horas. Es martes, el día del Eurotunnel. Lleva hecho el despacho de aduanas, pero hay que enfrentarse a todo los controles antipolizones de los ingleses. Este trámite nunca se sabe cuánto puede durar. +ay que para antes de Ruan. A los 47 minutos de conducción. Más lejos no se puede llegar. Hasta el Eurotunnel quedan de tres horas y media a cuatro horas. No se puede pasar LA ENTRADA EN INGLATERRA Los camiones de Transportes Insausti suelen pasar el Canal de la Mancha por el Eurotunnel. Su frecuencia es de cinco trenes a la hora. Por la noche es algo menor. En la parte francesa hay controles con perros y, en ocasiones, los puede haber de latidos o con rayos X para comprobar si hay personas escondidas en los camiones. Además, se controla la altura, la presencia de drogas y de explosivos. Esta parte de la frontera es mucho más laxa que la zona inglesa, pero siempre retrasa el tránsito. Antes de dirigirse a la parte británica, se hace el checking para entrar al tren. Aquí se realiza el control de pasaportes y de los documentos aduaneros que acompañan a la mercancía. Pasado este trámite, hay una salida voluntaria que redirige a los camiones al aparcamiento de la zona francesa. Usar esta salida implica anular el checking. Una de las razones por la que se tiene que utilizar esta vía de escape es que el conductor no consigue cumplir con los tiempos de conducción y descanso; los atascos antes de coger el tren pueden ser interminables y el tiempo se agota. En la parte inglesa, el control se pone todavía más duro. Cabe, además, la posibilidad de que se obligue a pasar de nuevo al vehículo por los rayos X o que te abran el remolque. El registro se realiza camión por camión y es exhaustivo. Hay dos opciones: una es la inspección con perros y otra es el control de latidos. La segunda opción es más rápida, pero más cara. Transportes Insausti utiliza esta segunda alternativa como norma general. Antes de entrar en el Eurotunnel se muestra un número a cada vehículo. Los camiones con números del uno al cinco viajarán en la parte delantera del tren. Los del seis al 12, en la trasera. A los conductores se les traslada a los coches del tren en autobús. Una vez en el convoy, el conductor tiene que comprobar si su GMR -referencia de movimiento de la mercancía- está en verde o naranja. En unas pantallas en el interior del tren se visualiza la matrícula del camión y se comprueba este detalle. Si el color de referencia no es verde, hay que pasar de nuevo por la aduana. Eso es que algo no ha ido bien. 42 Transporte Profesional / Marzo 2023 REPORTAJE Los controles de rayos X son aleatorios. También puede que las autoridades aduaneras abran el camión y comprueben de forma visual si hay algún polizón dentro del vehículo. Tanto en la parte francesa como en la inglesa, el control con perros es constante y muy patente. Los trámites aduaneros se agilizan gracias a la documentación electrónica. El tráfico en la mitad sur de Inglaterra siempre está muy saturado.
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