Marzo 2022 / Transporte Profesional 17 Todo el transporte por carretera está sufriendo las consecuencias de una crisis energética que no se vivía desde hacía años. CRISIS ENERGÉTICA casi 100 dólares, un valor que hacía mucho que no se veía tan alto. Ello se debe a que la demanda de carburantes ha crecido desde la desescalada y la recuperación económica, por lo que los niveles de movilidad han vuelto a ser los de antes. En este sentido, la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) ha señalado que no va a incrementar la producción de barriles, establecida en 400.000 unidades diarias, por lo que, si la oferta no crece, es el precio el que lo hará. El conflicto entre Rusia y 8crania también está detrás de esta subida de los carburantes. Cada vez que hay un problema geopolítico (y éste lo es), se traduce en una escalada en el precio de la energía. Aquí también influye el gas, que es otra de las razones intrínsecas de la tensión entre ambos países, por las implicaciones económicas que tiene para los dos: uno, porque es el productor y el otro, porque cobra por los gasoductos que hay instalados en su territorio. ¿Y el gas? En cuanto al gas natural, resulta desalentador para las empresas de transporte que han invertido en este combustible porque desde principios de año, el alza de las tarifas les está perjudicando de forma notable, al echar al traste sus previsiones para todo el ejercicio. Para Gasnam, la asociación que promociona el gas natural vehicular en el transporte, “las empresas que han hecho una apuesta más decidida por descarbonizar el transporte de personas y mercancías no pueden ser quienes paguen el precio más alto de la crisis energética. Por eso, reclamamos al Gobierno un apoyo decidido para las empresas pioneras en el transporte sostenible,
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