Transporte Profesional 419 Febrero 2021

Febrero 2021 / Transporte Profesional 21 buena colaboración durante la pandemia. Tengo que agradecerles que hayan entendi- do la situación. Cuando no ha habido faena, han tomado vacaciones aunque fuera para estar en casa. Gracias a esto, y aunque to- davía estemos un poco apretados, creo que estamos mejor que la media del sector ”. Acuerdos incumplidos En otro orden de cosas, Carlos Marín apunta que “no se han cumplido casi ninguno de los acuerdos pactados en- tre el Gobierno y los transportistas; es cierto que muchos no tenían fecha, pero los que la tenían tampoco han salido”. Arias se refiere, entre otros, al gasóleo profesional: “decían que iban a subir los impuestos al combustible, pero que el sobrecoste sería bonificado al trans - portista a través del gasóleo profesio- nal. Pues bien, no ha habido subida de impuestos, pero como han obligado a incrementar el porcentaje de biodiesel, el precio del gasoil ha subido; sin em- bargo, el gasóleo profesional no ha sido modificado”. Tampoco hay acuerdo en lo relativo a la carga y descarga, a pesar de que Transportes instó la formación de la Mesa Tripartita (entre cargadores, transportistas y Administración) que se fue al traste. Carlos Arias no es muy optimista sobre el inmediato futuro del sector, pero está convencido de que, como siempre, “saldremos delante de una forma u otra”. Adrián Sabau, conductor: entre la impotencia y el compañerismo Adrián Sabau es de origen rumano; tiene 38 años, está soltero y lleva 13 años en nuestro país. De profesiónmaquinista, con- validó en España su carné rumano de conductor de vehículos pesados. Gracias a ello ha podido cumplir una de sus ilusiones, conducir camiones, un trabajo que realiza desde hace cinco años en Loetrans. “Aquí estoy bien, hago lo que me gusta, porque me encanta estar en la carretera”, declara. La empresa confía en él y ahora conduce un Volvo que acaba de estrenar. A Adrián le encanta la nieve, “es muy bonita para verla, pero las cosas cambian cuando te obligan, como me sucedió a mí, a parar en el Km. 277, de Barcelona a Madrid, en un área de servicio, con 30 vehículos más”. “A los camiones –explica- nos iban parando a medida que se lle- naban las áreas y vías de servicio, los aparcamientos o incluso los arcenes. Nosotros tuvimos suerte, porque en nuestro caso había ga- solinera, restaurante y servicios, duchas incluidas. De todas formas, nadie se acercó a ver cómo estábamos o si necesitábamos algo”. Otros colegas no tuvieron tanta suerte. “En Torija (Guadalajara) cerraron todo. No hubo ni servicios ni nada durante tres días. Y en esta situación ¿dónde vas? te sientes impotente porque no puedes hacer nada. En algunos casos, la policía o los servicios de emergen- cia pasaron a traer bocadillos y agua pero, en otros, ni siquiera para saber si estábamos vivos dentro del camión”, afirma Adrián. Era viernes y la mayoría de los conductores apenas si llevaban al- gún tipo de viandas, como sucede cuando se sale de viaje, “pero nunca falta el compañerismo y mucho menos en estas circunstan- cias –incide Adrián-, porque el transporte es una gran familia, sobre todo para los chóferes”. Adrián dice estar contento con su trabajo, y con el Volvo que acaba de es- trenar. “La cabina es, más que nunca, tu casa cuando te encuentras en pro- blemas”. Miles de camiones fueron embolsados en áreas de servicio o, incluso, los arcenes de las autopistas durante el fin de semana. Hasta el lunes no pudieron reiniciar la marcha. se quedaron sufriendo desde el viernes 8 hasta el lunes 11 por la tarde. Mucha gente estuvo parada sin ningún tipo de ayuda ni servicio. En la N-II o en la N-III hay aparcamientos que son sólo campas, sin más y no se puede dejar a nadie en Siberia sin recursos de ningún tipo. En muchos casos, había hasta vehículos pequeños, de reparto, cuyos chó- feres no están ni preparados ni acostumbrados a estas incidencias. No hay derecho a que suceda esto. Tuvo que ir la Cruz Roja a llevarles suminis- tros y ropa de abrigo”. “Pero en este país no aprendemos, como está pasando con el Coronavirus, que viene una ola tras otra y todo sigue igual”, añade Soriano, quien se queja de que en situaciones de emergencia como ésta, cada comunidad autónoma actúa por su cuenta. “Tampoco se nos puede pedir que dupliquemos nuestra capacidad de transporte porque no tenemos vehículos de sobra, y los alma- cenes de los clientes no suelen tener precisamente un exceso de existencias, ya que cada vez más se trabaja just in time”, finaliza Soriano. TEMPORAL FILOMENA

RkJQdWJsaXNoZXIy MjU3NjU=